¿Apetece una lectura de verano? ¿De esas que no dan muchos quebraderos de cabeza, que te mantienen enganchado, que no puedes dejar de leer? Cuando se dan esas circunstancias, siempre habrá un autor nórdico que acuda al rescate.
Una mujer aparece misteriosamente muerta en una embarcación de ocio en el archipiélago de Estocolmo. Su cuerpo está seco, pero la autopsia demuestra que sus pulmones están llenos de agua. Al día siguiente, Carl Palmcrona, presidente de la ISP, la Inspección de Productos Estratégicos, aparece ahorcado en su casa sin que a primera vista se pueda afi rmar si se trata de un suicidio o un asesinato. El detective Joona Linna será el encargado de intentar establece un vínculo entre estos dos sucesos, que, a primera vista, parecen no tener nada que ver...
[Este es el resumen de la página de la editorial, Planeta.]
A muchos les sonará este autor (pseudónimo que esconde en realidad a un matrimonio sueco que pergeña sus novelas a cuatro manos), pues su libro El hipnotista fue muy comentado hará un par de años. No es el tipo de libros que suelo leer, pero me lo regalaron y, tras tenerlo en la mesilla nada menos que un año, me decidí a emprenderlo.
En la línea de este tipo de best-sellers, llegó un momento en que no podía parar de leer, pues la trama era endiablada. Sin embargo, al terminar me dejó una sensación rara: por un lado, hacia el final hay unas páginas más bien desagradables; por otro, al terminar deja un par de temas en el aire como para incitar a leer el siguiente libro (y eso me da una rabia...). Y, por último, no sé, es un libro de sufrir, porque «los buenos» empiezan a pasarlas canutas desde la página 1 y no se les da ni un momento de respiro hasta el final. Es muy de acción, pero me dio la sensación de que no hay más. Fue como ver una peli de James Bond, que después de pasar dos horas sufriendo con los tiros y las persecuciones… no queda nada. Por supuesto, el trasfondo del libro, que toca el tráfico de armas, da que pensar mucho, pero aun así me ha quedado la sensación de que no querría leer la saga entera y pasarlo mal un libro tras otro.
En su descargo debo decir que el libro está bien escrito y se devora, así que si os gustan este tipo de libros, puede ser una buena elección. Yo insisto en que a mí me ha dejado algo fría: es la típica novela que, cuando la terminas y cierras la tapa, ya no vuelves a acordarte de los personajes…