29 de diciembre de 2009

Delicioso suicidio en grupo

Bueno, la cosa sigue por países nórdicos. Esta vez he leído una novelita que trata la tendencia de los finlandeses al suicidio, apunta los motivos, describe los perfiles más proclives y con todo ello monta una road movie en toda regla; ¿o deberíamos decir road book?

Es un libro que se lee rápido y resulta muy entretenido, pero nada más. En algunos momentos tanto kilómetro se me hacía un poco pesado, pero los fragmentos en los que cuenta el día a día en Finlandia me han gustado mucho. Y para que conste, copio un par de ellos:

«El enemigo más poderoso de los finlandeses es la oscuridad, la apatía sin fin. La melancolía flota sobre el desgraciado pueblo y durante miles de años lo ha mantenido bajo su yugo con tal fuerza, que el alma de éste ha terminado por volverse tenebrosa y grave. Tal es el peso de la congoja, que muchos finlandeses ven la muerte como la única salida a su angustia. Una mente taciturna es un enemigo aún más encarnizado y temible que la propia Unión Soviética.»

«Llegaron a la conclusión de que la sociedad finlandesa era fría y dura como el acero y sus miembros eran envidiosos y crueles los unos con los otros. El afán de lucro era la norma y todos trataban de atesorar dinero desesperadamente. Los finlandeses tenían muy mala leche y eran siniestros. Si se reían, era para regocijarse de los males ajenos. El país rebosaba de traidores, fulleros, mentirosos. Los ricos oprimían a los pobres, cobrándoles alquileres exorbitantes y extorsionándolos para hacerles pagar intereses altísimos. Los menos favorecidos, por su parte, se comportaban como vándalos escandalosos, y no se preocupaban de educar a sus hijos: eran la plaga del país, que se dedicaban a pintarrajear casas, cosas, trenes y coches. Rompían los cristales de las ventanas, vomitaban en los ascensores e incluso hacían sus necesidades en ellos. [...]

Si uno se ponía a beber, el hígado y el páncreas empezaban a fallar. Si comía bien, el colesterol se le ponía por las nubes. Si fumaba, se le incrustaba un cáncer asesino en los pulmones. Pasara lo que pasase, los finlandeses siempre se las arreglaban para echarle la culpa a otro. [...]

Pero siempre tiene que haber un aguafiestas. El camarero por horas Seppo Sorjonen, sin preguntar si le interesaba a alguien, empezó a referir sus recuerdos de Finlandia. Y lo peor es que eran todos positivos. Les puso como ejemplo la sauna finlandesa. Según él, su sola existencia implicaba que ningún finlandés tuviese derecho a suicidarse bajo ninguna circunstancia, al menos no sin antes darse un buen baño de vapor en ella.»

Título: Delicioso suicidio en grupo | Autor: Arto Paasilinna
Fecha inicio: 3.12.2009 | Fecha fin: 25.12.2009

3 de diciembre de 2009

La reina en el palacio de las corrientes de aire

Ayer tenía tiempo y se notó: me leí las últimas 350 páginas del último libro de Stieg Larsson casi de un tirón (solo tengo que decir que lo terminé a las tres de la mañana). Varias cosas:

En primer lugar, como balance general, la trilogía me ha gustado. Sin embargo, creo que Larsson se excede a la hora de proporcionar información al lector. Por ejemplo, en este tercer libro la acción no empieza realmente hasta la página 400 (que viene a ser la mitad). El contexto es necesario y hacer denuncia también, pero sinceramente pienso que Larsson se pasa y sus novelas corren un ligero peligro: que se alarguen tanto que acaben saturando al lector. Recordemos que entre los tres volúmenes suman más de dos mil páginas...

Un aspecto de estos libros que me ha gustado mucho es que Larsson no tiene en vilo a los lectores con el sufrimiento de los protagonistas. Me explico. En los bestsellers al uso, el bueno de la película lo pasa fatal durante la trama, todo le sale al revés, «el malo» siempre está acechando y torciéndole los planes, etcétera (me refiero a libros del corte de La catedral del mar). A mí la verdad es que no me gusta ser "sufridora en casa" y pasarme una semana angustiada por una determinada lectura. Por eso mismo dejé de leer la continuación de Los pilares de la tierra alrededor de la página 50: se veía clarísimo que había un bueno-buenísimo muy sufrido, el pobre, y un malo-malísimo que iba a ponerle la zancadilla hasta la penúltima página.

Sin embargo, en esta trilogía los triunfos de «los buenos» son constantes y «los malos» también reciben somantas de palos durante toda la trama. Está muy equilibrado y sin embargo no le resta un ápice de emoción. En definitiva, un punto muy positivo para Larsson.

Estos libros también me han ayudado a desmitificar los países nórdicos. Creo que se tiende a pensar en el maltrato hacia las mujeres como propio del carácter pasional de los mediterráneos, y aquí vemos que la sociedad sueca es tan humana como cualquier otra.

Por último, las editoriales han querido vender Millennium como una trilogía, pero se nota que no era lo que el autor tenía en mente. Algunas fuentes dicen que existe un cuarto libro y otras hablan de diez en total. Lo que está claro es que ha quedado al menos un tema pendiente que apenas se trata en ningún libro y que seguro que estaba reservado para uno de esos libros que nunca se escribieron, pues era un tema candente que seguro que habría traido cola: el personaje de Camille, la hermana gemela de Lisbeth Salander.

En fin, el tema da para mucho, como daría el culebrón que hay montado en la vida real entre los herederos y la viuda de Larsson. Una pena, ese tema...

Título: La reina en el palacio de las corrientes de aire | Autor: Stieg Larsson
Fecha inicio: 31.10.2009 | Fecha fin: 3.12.2009