16 de agosto de 2014

El contrato

¿Apetece una lectura de verano? ¿De esas que no dan muchos quebraderos de cabeza, que te mantienen enganchado, que no puedes dejar de leer? Cuando se dan esas circunstancias, siempre habrá un autor nórdico que acuda al rescate.

Una mujer aparece misteriosamente muerta en una embarcación de ocio en el archipiélago de Estocolmo. Su cuerpo está seco, pero la autopsia demuestra que sus pulmones están llenos de agua. Al día siguiente, Carl Palmcrona, presidente de la ISP, la Inspección de Productos Estratégicos, aparece ahorcado en su casa sin que a primera vista se pueda afi rmar si se trata de un suicidio o un asesinato. El detective Joona Linna será el encargado de intentar establece un vínculo entre estos dos sucesos, que, a primera vista, parecen no tener nada que ver...

[Este es el resumen de la página de la editorial, Planeta.]


A muchos les sonará este autor (pseudónimo que esconde en realidad a un matrimonio sueco que pergeña sus novelas a cuatro manos), pues su libro El hipnotista fue muy comentado hará un par de años. No es el tipo de libros que suelo leer, pero me lo regalaron y, tras tenerlo en la mesilla nada menos que un año, me decidí a emprenderlo.

En la línea de este tipo de best-sellers, llegó un momento en que no podía parar de leer, pues la trama era endiablada. Sin embargo, al terminar me dejó una sensación rara: por un lado, hacia el final hay unas páginas más bien desagradables; por otro, al terminar deja un par de temas en el aire como para incitar a leer el siguiente libro (y eso me da una rabia...). Y, por último, no sé, es un libro de sufrir, porque «los buenos» empiezan a pasarlas canutas desde la página 1 y no se les da ni un momento de respiro hasta el final. Es muy de acción, pero me dio la sensación de que no hay más. Fue como ver una peli de James Bond, que después de pasar dos horas sufriendo con los tiros y las persecuciones… no queda nada. Por supuesto, el trasfondo del libro, que toca el tráfico de armas, da que pensar mucho, pero aun así me ha quedado la sensación de que no querría leer la saga entera y pasarlo mal un libro tras otro.

En su descargo debo decir que el libro está bien escrito y se devora, así que si os gustan este tipo de libros, puede ser una buena elección. Yo insisto en que a mí me ha dejado algo fría: es la típica novela que, cuando la terminas y cierras la tapa, ya no vuelves a acordarte de los personajes…

More Than This

A Patrick Ness lo conocía porque ayudó a terminar una magnífica novela, A Monster Calls, cuando la autora original enfermó y murió al cabo de un tiempoEn la reseña que publiqué en su día dejaba patente mi total entusiasmo por ese librito que, más que leer, se devora y te tiene sentado al borde de la silla desde la primera página. Pese a no ser una obra original suya, A Monster Calls lleva muy patente el sello de Patrick Ness en la forma de narrar y de desarrollar la trama, así que cuando lo terminé tenía claro que buscaría más novelas suyas.

La oportunidad llegó un día en Waterstones, echando un vistazo a la mesa de novedades de literatura juvenil. Ahí estaba More Than This, que me cautivó con su curiosa portada y con solo echar un rápido vistazo a la contra y al primer capítulo.

El libro comienza con la muerte del protagonista, un adolescente llamado Seth (no destripo nada porque ocurre prácticamente en la primera página). Tras ahogarse en el océano, despierta en un pueblo inglés en el que vivió hace muchos años, y el contexto en el que se encuentra le hace pensar que se halla en su infierno particular en un mundo postapocalíptico.

Y así empieza esta novela en la que Seth vive entre dos mundos, el de los recuerdos de la que había sido su vida hasta entonces —típico adolescente atormentado, convencido de que en la vida tiene que haber «algo más», como alude el título, y que arrastra las consecuencias de un acontecimiento que traumatizó a su hermano pequeño años atrás— y el desolador presente de un mundo donde no entiende nada y que no tiene apenas que ofrecerle.

Patrick Ness es muy buen escritor: lo demuestra la caracterización de los personajes (siempre tan imperfectos, tan humanos), los diálogos afilados, los estupendos inicios y la forma en que mantiene el suspense a lo largo de toda la trama. El inicio es impactante, pero el desarrollo es aún mejor, pues no deja de dar giros a la trama, cerrar unos temas para plantear otros nuevos que uno no se esperaba. Y lo mejor es que no se hace cansino (no como las continuas vueltas de tuerca de La verdad sobre el caso Harry Quebert, por ejemplo, que como lectora me dejaron exhausta).

Por los temas que trata el libro y por cómo se desarrolla lo recomendaría más bien para un público adolescente, si bien lo puede disfrutar todo aquel interesado en una aventura muy contemporánea, muy bien escrita y tremendamente original, que explora esa idea que todos hemos tenido, en especial durante la adolescencia, de que en la vida tiene que haber «algo más».