Esa tarde le estaba contando a mi marido, Ed, lo del pequeño misterio del trabajo cuando oímos el golpeteo por primera vez. Nos encontrábamos sentados a la mesa del comedor, terminando una cena de comida vietnamita para llevar.
Toc, toc.
Nos miramos.
—¿Has oído eso?
—Creo que sí.
Este es un libro sobre posesiones demoniacas que llevaba un tiempo llamándome por redes sociales. Aprovechando un viaje a Salamanca, me pasé por la librería Letras Corsarias (que por cierto me encantó, me pareció que tenía una selección muy buena) y cayeron un par de libros, uno de ellos, este.
La trama gira en torno a Amanda, una arquitecta de treinta y tantos años que vive felizmente en Nueva York con su marido. Pero un día empiezan a pasarle cosas raras. Escucha sonidos por la casa. Ocurren cosas extrañas a su alrededor, que luego, cuando lo piensa un poco, parecen desencadenadas por ella misma. ¡Pero no puede ser! Y esas experiencias comienzan a mezclarse con su mundo onírico, que parece más revuelto que nunca: una hermosa mujer de cabello negro y dientes afilados se le aparece en sueños y le dice que siempre será suya, mientras se abrazan en una playa de aguas rojas como la sangre...
Curiosamente para un libro de posesiones, Acércate está narrado en primera persona por la poseída, y eso añade un matiz interesante, pues es inevitable preguntarse hasta qué punto tenemos aquí a un narrador fiable. La forma de narrar me ha gustado muchísimo, es muy directa, muy al grano y en capítulos cortos, lo que hace que este libro se lea rápido. No diría que es la mejor novela que he leído últimamente, pero sí que entretiene y deja pensando, que ya es mucho. En cuanto a si da miedo... no, no mucho. Tiene mucho juego psicológico y un par de escenas sangrientas, pero no es de esas historias que impiden dormir por la noche (al menos para mí, que los miedos son muy personales y los libros de terror ya se sabe que afectan a cada uno de una manera distinta...).
Eso sí, no me ha dejado muy contenta la editorial, La Biblioteca de Carfax. Era el primer libro que leía de ellos y... bueno. Cuando llevaba un tercio del libro leído, me pregunté por Twitter «¿Cuántas erratas son muchas erratas?». Al terminar la novela ya me pude contestar a mí misma que sí, las de Acércate son demasiadas. No habría costado nada hacer una última ronda de correcciones a una novela tan cortita y de verdad que habría valido la pena, porque se han colado muchos errores tontos. En cuanto a la traducción, no puedo decir que suene mal, es bastante correcta, aunque para mi gusto a veces las estructuras del inglés se asoman demasiado al texto. No sé qué haré en el futuro, pero de momento me han quedado pocas ganas de repetir con esta editorial, y eso que tiene un catálogo interesante de libros de terror...
[Os juro que la foto que yo he hecho del texto se ve normal; no sé por qué en cuanto la subo a Blogger se pone tan borrosa...].