22 de septiembre de 2024

Acércate (Sara Gran)

Esa tarde le estaba contando a mi marido, Ed, lo del pequeño misterio del trabajo cuando oímos el golpeteo por primera vez. Nos encontrábamos sentados a la mesa del comedor, terminando una cena de comida vietnamita para llevar.

Toc, toc.

Nos miramos.

—¿Has oído eso?

—Creo que sí.



Este es un libro sobre posesiones demoniacas que llevaba un tiempo llamándome por redes sociales. Aprovechando un viaje a Salamanca, me pasé por la librería Letras Corsarias (que por cierto me encantó, me pareció que tenía una selección muy buena) y cayeron un par de libros, uno de ellos, este.

La trama gira en torno a Amanda, una arquitecta de treinta y tantos años que vive felizmente en Nueva York con su marido. Pero un día empiezan a pasarle cosas raras. Escucha sonidos por la casa. Ocurren cosas extrañas a su alrededor, que luego, cuando lo piensa un poco, parecen desencadenadas por ella misma. ¡Pero no puede ser! Y esas experiencias comienzan a mezclarse con su mundo onírico, que parece más revuelto que nunca: una hermosa mujer de cabello negro y dientes afilados se le aparece en sueños y le dice que siempre será suya, mientras se abrazan en una playa de aguas rojas como la sangre...

Curiosamente para un libro de posesiones, Acércate está narrado en primera persona por la poseída, y eso añade un matiz interesante, pues es inevitable preguntarse hasta qué punto tenemos aquí a un narrador fiable. La forma de narrar me ha gustado muchísimo, es muy directa, muy al grano y en capítulos cortos, lo que hace que este libro se lea rápido. No diría que es la mejor novela que he leído últimamente, pero sí que entretiene y deja pensando, que ya es mucho. En cuanto a si da miedo... no, no mucho. Tiene mucho juego psicológico y un par de escenas sangrientas, pero no es de esas historias que impiden dormir por la noche (al menos para mí, que los miedos son muy personales y los libros de terror ya se sabe que afectan a cada uno de una manera distinta...).

Eso sí, no me ha dejado muy contenta la editorial, La Biblioteca de Carfax. Era el primer libro que leía de ellos y... bueno. Cuando llevaba un tercio del libro leído, me pregunté por Twitter «¿Cuántas erratas son muchas erratas?». Al terminar la novela ya me pude contestar a mí misma que sí, las de Acércate son demasiadas. No habría costado nada hacer una última ronda de correcciones a una novela tan cortita y de verdad que habría valido la pena, porque se han colado muchos errores tontos. En cuanto a la traducción, no puedo decir que suene mal, es bastante correcta, aunque para mi gusto a veces las estructuras del inglés se asoman demasiado al texto. No sé qué haré en el futuro, pero de momento me han quedado pocas ganas de repetir con esta editorial, y eso que tiene un catálogo interesante de libros de terror...


[Os juro que la foto que yo he hecho del texto se ve normal; no sé por qué en cuanto la subo a Blogger se pone tan borrosa...].


29 de agosto de 2024

Madrebona (Pilar Sánchez Vicente)

Año 4500 a.C. Ekro disfruta de una vida apacible y tranquila en la isla de Creta hasta que una horda de invasores asesina a su familia y lo somete a esclavitud. Así da inicio una prolongada travesía que lo llevará a distintos enclaves del Mediterráneo y la península ibérica. Sin un lugar al que volver, Ekro viajará a terrenos ignotos, será testigo de cruentas batallas y descubrirá el amor y la amistad. En su recorrido salvará del linchamiento a una niña acusada de estar maldita y que se convertirá en su compañera de viaje hasta el final.

Madrebona es el nombre de una cala y de una reina, pero también el de la Diosa Madre, cuya voz guiará los pasos de Ekro durante su largo y arriesgado periplo. Con esta emocionante y entrañable historia de aventuras, Pilar Sánchez Vicente nos sumerge en un pasado remoto en el que nuestro protagonista deberá afrontar numerosas vicisitudes y enfrentarse a los conflictos de un mundo en constante cambio.



Hoy traigo la reseña de la última edición de Masa Crítica, en la que me tocó este libro que ya me había llamado la atención por redes sociales. Os cuento qué me ha parecido Madrebona.

Pilar Sánchez Vicente nos presenta en su más reciente novela una historia llena de aventuras ambientada en la Edad del Cobre, con Ekro como protagonista. Convertido en esclavo desde niño, cruzará el Mediterráneo en diversas aventuras y no todas le saldrán bien; de hecho vivirá auténticas desgracias. Ekro se convierte en buhonero, un comerciante ambulante y, a través de su mirada, somos testigos de la expansión de diversas innovaciones tecnológicas y culturales que se difunden desde Mesopotamia hasta la península ibérica. Más adelante, se establece en la cala que da nombre al libro, donde forma una familia peculiar. El propio Ekro nos narra la historia de su vida desde su presente, en compañía de un improvisado amigo mientras comparten la cena junto a una hoguera.

Es evidente que la autora tiene una sólida formación en historia, ya que nos transporta con facilidad a la época neolítica y entrelaza en la trama el cambio de creencias que se dio en la Edad del Cobre, desde un panteísmo primitivo y un culto a la naturaleza hasta la aparición de deidades con características humanas. El comercio en el Mediterráneo también juega un papel importante, representado especialmente por los cananeos y los buhoneros, el oficio de nuestro protagonista.

Uno de los grandes aciertos de «Madrebona» es la manera en que la autora consigue integrar hechos históricos y datos antropológicos sin que la narración pierda su ritmo y fluidez. Sin embargo, me hubiera gustado que no hubiera sido tan fidedigna en un aspecto en concreto, y es el de los abusos a niños. Esas escenas entiendo que se produjeron en la realidad y quizá no tiene sentido edulcorarlas, pero me resultaron tan duras que aún me acuerdo de ellas de vez en cuando y, la verdad, ¡hubiera preferido no leerlas!

Por supuesto, estas escenas son muy puntuales en la trama, así que si no te molesta leer detalles de este tipo, el resto de la novela es muy recomendable, con un ritmo constante de aventuras que mantiene el interés hasta el final. Al llegar a la última página, es difícil despedirse de Ekro y de su pequeña familia. Te sumerges tanto en su historia que sufres junto a los protagonistas en cada episodio, y para mí este es uno de los mayores elogios que se le puede hacer a una novela, ¿no?

En algunos pasajes me recordaba (salvando mucho las distancias) a El clan del oso cavernario. Si os gustó esa lectura, creo que disfrutaréis mucho también con una novela como Madrebona.



12 de agosto de 2024

Ferrándiz, el matamujeres (Cruz Morcillo)

La colección SinFicción de la Editorial Alrevés me llamó la atención desde que salieron los primeros títulos. De hecho, ya tengo leído y reseñado El celador de Olot, de Matías Crowder. Podéis leer mi reseña aquí, pero ya os adelanto que es un caso espeluznante sobre el asesino más prolífico de España en el siglo XXI, contado al detalle pero con mucha sensibilidad. Lo recomiendo muchísimo.

El otro libro que tengo de esta colección es Hágase tu voluntad, de Vanesa Lozano, que narra el periplo de Patricia Aguilar, abducida por el gurú de una secta y que acabó esclavizada en una selva de Perú. Como últimamente leo poco, aún no he podido hacerle un hueco, pero le tengo muchísimas ganas porque la historia de Patricia me parece increíble y digna de ser escuchada.

Y así llegamos al libro de hoy, Ferrándiz, el matamujeres, de Cruz Morcillo, que es el libro número 16 de la colección SinFicción. Carolina del blog Libros por doquier organizó un sorteo y lectura conjunta y tuve la suerte de que me tocara, porque este caso es fascinante. Os cuento mi opinión.

Estamos en Castellón en 1995. La ciudad está empapelada con los carteles de una chica desaparecida, Sonia Rubio. Nada se sabe de aquella joven que acababa de terminar Filología Inglesa desde que desapareció el 2 de julio a las cinco de la madrugada. Chica joven que vuelve a casa de fiesta y que se esfuma sin dejar rastro... 

Finalmente, un paseante encontró el cadáver de Sonia en un campo de la provincia de Castellón, y tras este siniestro hallazgo se encontraron cuatro cadáveres más, tres de ellos de prostitutas a las que muy poca gente echó de menos, por lo que habían pasado más desapercibidos.

Cuando unos años más tarde por fin se capturó al asesino, nadie daba crédito. Joaquín Ferrándiz era el hijo perfecto, un empleado sin tacha, un hombre muy correcto, apuesto, inteligente y formal, con una vida totalmente anodina de día, pero que de noche se convertía en un asesino: mató a cinco mujeres en Castellón entre 1995 y 1996 y agredió a otras tres en los años anteriores y posteriores.

Cruz Morcillo, periodista especializada en sucesos, se ha sumergido en esta historia y nos trae el análisis pormenorizado de los hechos que tuvieron lugar, la investigación de la policía, la llegada de la UCO (entonces incipiente) cual Séptimo de Caballería y los pasos que dieron entre todos, Policía, Guardia Civil, fiscales, abogados y psicólogos, para recabar las pruebas que acabarían mandando a aquel hombre frío y astuto a la cárcel.

Si os interesan los libros que analizan delitos y asesinatos, os recomiendo encarecidamente este. A mí, aparte de mi interés por el true crime, este libro me ha calado hondo porque el caso ya lo conocía: en 1995 llegué con 18 años a Castellón a estudiar en la universidad, recuerdo haber visto los carteles por la calle, y de hecho más tarde me enteré de que frecuenté las mismas discotecas por las que rondaba Ferrándiz en busca de su siguiente presa. En fin, mejor no darle muchas vueltas... 

Solo un apunte más: a este tipo de libros me aproximo no como si leyera una novelita, sino con el respeto que se merecen los casos reales que hay detrás y a modo de recuerdo hacia las víctimas. La propia Cruz Morcillo dedica el libro a ellas, las víctimas, tanto las fallecidas como aquellas que sí pudieron contarlo, y con eso hay que quedarse, no con el morbo que puedan dar los detalles en sí. Dicho esto, una lectura que de verdad recomiendo.




19 de julio de 2024

La niña que amaba los elefantes (James Patterson, Ellen Banda-Aaku, Sophia Krevoy)

La editorial Duomo tiene una colección muy interesante de libros con niños y animales como protagonistas, que inciden mucho en la importancia de proteger la fauna, sobre todo de animales en peligro de extinción. He podido leer varios de ellos y todos me gustaron mucho, así que en la última edición de Masa Crítica escogí La niña que amaba los elefantes, otro libro en la misma línea.



Los libros de la foto me entusiasmaron, y sin embargo este... no me ha acabado de llegar de la misma manera. Os cuento.

Lo primero que me llamó la atención es que este libro fuera de James Patterson. Pese a que su fama lo precede, es un autor que no había leído nunca, pero me sonaba porque hace poco terminó la novela que Michael Crichton dejó inacabada a su muerte, Erupción, y se me hizo raro que hubiera escrito este libro juvenil también. Tirando del hilo, me he ido a la web del autor y veo que en lo que llevamos de año James Patterson ¡lleva publicados 12 libros! De ahí deduzco que es el típico autor que se ha labrado un nombre y luego lo usan en diversas portadas para atraer la atención del público, aunque él no haya puesto ni una coma. Mirando un poco por internet, veo que no soy la única que lo piensa...

Otra prueba es que en las dedicatorias solo salen las dos autoras. Patterson no, señal de que no tiene que agradecer nada... porque no lo ha escrito. Por cierto, pequeño tirón de orejas para Duomo, porque no ha incluido en la cubierta a una de las autoras, Sophia Krevoy, aunque el libro original en inglés sí la pone como autora.


Con todo esto ya el libro se me atragantó un poco (eso de «usar» el nombre de otro autor por su popularidad me parecen triquiñuelas baratas del editor original), pero empiezas a leer y te sumerges en esa aldea de Kenia. Jama es una niña de trece años que adora a los animales. Se siente un poco distinta a sus amigas, que ya se han fijado en los chicos del poblado y tienen ilusión por casarse. Jama no, Jama quiere viajar, estudiar, hacer todo lo que hacen los chicos, y por ese motivo empiezan a considerarla «la rara».

Después de la escuela, sin decírselo a nadie, Jama se salta el perímetro de seguridad que le ha puesto su madre y va a un abrevadero donde acude una manada de elefantes. Allí se siente tranquila, puede estar a su aire con sus pensamientos, y además, poco a poco, va entablando amistad con la manada, en especial con Mbegu, una cría de elefante a la que ha visto nacer.

Sin embargo, la manada de elefantes está en peligro debido a los cazadores furtivos. Jama lo siente como un ataque personal y estará dispuesta a todo para proteger a sus amigos...

Este es el resumen del primer tercio del libro y me estaba gustando. Es una historia que te transporta a África, a una aldea masái, y los capítulos cortos y la narración sencilla lo hacen muy adecuado para los lectores más jóvenes. Sin embargo, pasado ese primer tercio me pareció que el tono de la narración cambia, y hay un par de acontecimientos que le dan un toque siniestro y que hacen que ya no sea tan adecuado para niños.

Luego la trama empieza a dar unos giros que no hay quien se los crea (cuando Jama va a Nairobi), y ahí es cuando ya desconecté del todo. No me convenció para nada... Además la trama es bastante irregular, tiene unos cambios de ritmo que no me han parecido muy conseguidos. Hay partes muy adecuadas para un público joven y otras muy trágicas que no recomendaría a los más pequeños. 

¡Ah! Otra cosa: la portada reza «Una conmovedora historia inspirada en hechos reales», pero por mucho que he buscado no he encontrado qué hechos reales son esos. Yo esperaba encontrar la historia de una joven que existió de verdad y ayudó a salvar a una manada de elefantes, pero creo que se refiere a los cazadores furtivos de elefantes en general, pero yo por hechos reales no entiendo eso... Otra triquiñuela de editor.

En definitiva, la historia no me ha convencido del todo y tampoco me ha quedado claro a qué publico objetivo va dirigido este libro. Es demasiado sencillo para lectores adultos, pero el tono es un poco demasiado dramático para los más jóvenes. Tal vez para adolescentes interesados por el cuidado de los elefantes y la vida en Kenia... 

La edición en español es preciosa, eso sí, y la traducción de Marcelo E. Mazzanti capta el tono a la perfección.




6 de junio de 2024

El discurso del cómic (Luis Gasca y Román Gubern)

Que los cómics se rigen por una serie de convenciones está claro, y eso que a primera vista tal vez no lo parezca: yo al menos tiendo a centrarme en la historia y, aunque pueda admirar la técnica o los dibujos, no me fijo en las reglas utilizadas. Pero cuando cae en tus manos un libro como este te das cuenta del acervo de símbolos, recursos y convenciones que mandan en el género y que suelen pasar desapercibidos.

Esta es la edición revisada y ampliada (en 2024) del libro que los autores escribieron en 1988, en el que reproducen cerca de dos mil viñetas de cómics publicados desde finales del s. XIX hasta el presente. No me quiero imaginar el trabajazo que hay detrás de una compilación y clasificación como esta, pero desde luego es fascinante consultar esta obra incluso para mí, que soy lega en el tema (vamos, que ni dibujo ni tengo ni idea de coger un lápiz).

Encuadres, perspectivas ópticas, estereotipos (arruinado, juerguista, rodillo de amasar...), gestos con el rostro, manos o piernas, situaciones arquetípicas (apagón, desmayo), símbolos cinéticos (caídas, mirada, puñetazos), metáforas visuales (amor, estupor, dinero), textos escriturales (cartuchos, tipos de globos, rotulaciones, letreros, voz en off...), las diferentes puestas en página... Cada sección viene introducida por una página de texto y las explicaciones en sí son muy prácticas y vienen en forma de un breve pie de foto en cada recorte de cómic que se incluye.

Lo mejor para que os hagáis una idea de lo que es este libro es echarle un vistazo (ya siento la mala calidad de las fotos, Blogger lleva tiempo subiéndomelas así, si alguien sabe a qué se debe, se agradecen consejos):

Estereotipos: adivina, agua.


Visión y puntos de vista: ojos desorbitados.


Montaje: puesta en página.


Gestuario: con las manos.


Símbolos cinéticos: mareo, meditación.

Imprescindible para ilustradores, dibujantes y autores de cómics, pero quienes quieran consultarlo por simple curiosidad, como yo, también lo disfrutarán desde la primera a la última página.


5 de junio de 2024

Lágrimas de cocodrilo (Mercedes Rosende)

Gracias a Carolina del blog Libros por doquier, a la Editorial Alrevés y a la autora, Mercedes Rosende, varios blogueros hemos podido sumergirnos en el siguiente libro de Úrsula, después de que leyéramos Mujer equivocada hace unas semanas. Así pues, hoy traigo la reseña de Lágrimas de cocodrilo.


Y cuando tenga plata adelgazará, comprará una casa en Carrasco y tendrá una piscina, mucama, jardinero, un auto nuevo. Vacaciones en una playa con un mar verde. Ya vas a ver, Papá. Ya vas a ver, Luz.


Esta era la motivación de Úrsula cuando la dejamos en el libro anterior y esta sigue siendo su motivación ahora. Adelgazar, tener dinero, cambiar de vida. Gozar de las facilidades que nunca tuvo. Acallar esa voz de su padre, que aunque ya está muerto, aún le susurra al oído lo gorda que está, lo mal que lo hace todo. 

Ahora no puedo charlar contigo, Papi querido, estoy ocupada. Después, ¿sí? Ahora no me molestes. Volvete a tu tumba.

La novela continúa donde quedó en el libro anterior, y aunque la autora da pistas de quién es quién y se puede ir siguiendo bien la trama, sí recomiendo empezar leyendo la novela anterior, sobre todo porque es en Mujer equivocada donde se perfila de verdad el peculiar carácter de Úrsula. Tenemos además a Germán, cómplice improvisado de Úrsula en el libro anterior, que acaba de salir de la cárcel. Es un hombre cobarde, sufre de ansiedad, no se decide a actuar, y sin embargo tiene que hacerlo: lo han reclutado desde la cárcel para participar en un robo. Y él acude a la persona que no le falló en el pasado: Úrsula.

Como digo, seguimos el hilo de la novela anterior, y sin embargo para mí se lee muy diferente. El vocabulario uruguayo está mucho más presente y me ha parecido una novela mucho más negra, negrísima. Las escenas de la cárcel me han parecido una pesadilla... Además, esta vez ya conocemos a Úrsula, así que no seguimos tanto su día a día, no es una lectura tan pausada como la anterior. Por otra parte se multiplican los puntos de vista: seguimos a la otra Úrsula, al prestigioso (y corrupto) abogado Antinucci, a la comisaria Leonilda Lima o a Ricardo el Roto, un sórdido personaje de los bajos fondos. Y antes de que el lector se dé cuenta, se ve sumido en el asalto a un camión blindado...

Es una buena novela negra y desde luego no he podido parar de leer, y sin embargo me gustó más la anterior, Mujer equivocada. Me pareció que la idea de dos mujeres a las que confunden por llamarse igual era muy buena y me gustó cómo se desarrollaba: era casi más importante contar las rarezas de Úrsula que hacer avanzar la trama, y eso me pareció muy original y un puntazo.

Luego hay otro tema, y es que Úrsula me ha parecido que tenía un punto más siniestro en este libro. No sé qué opinarán mis compis de lectura, pero diría que en este libro se dejan caer algunas cosas sobre Úrsula y digamos que ya no puedo verla con los mismos ojos. No sé vosotros, pero a mí el capítulo XIX me dejó con muchas dudas y sospechas...

Lo que sí se mantiene del libro anterior es que, al igual que Úrsula es voyeur, Mercedes Rosende ha escrito el libro de manera que el lector también se sienta un poco voyeur, espiando por las ventanas de la gente, metiéndose en sus dormitorios, en sus coches, en sus pensamientos más íntimos. Creo que este efecto está muy bien conseguido y es uno de los motivos por los que es difícil dejar de leer este libro.

Quizá no me ha impactado tanto como la novela anterior, pero sí que creo que es una novela negra muy bien construida, con unos personajes carismáticos muy bien perfilados y que transporta al lector directo a los bajos fondos de Montevideo. Y, desde luego, el final abierto te deja con ganas de saber cómo sigue la historia de Úrsula. Además, en este libro se ha introducido un personaje del que quiero seguir leyendo, que es la comisaria Leonilda Lima. Espero que aparezca en próximas tramas y que Alrevés lo traiga pronto...



15 de mayo de 2024

Rouge (Mona Awad)

¿Os guiáis por las cubiertas a la hora de comprar un libro? Yo sí; de hecho, es un factor determinante y, si la cubierta no me gusta, es difícil que me compre el libro. Y al revés también: hay veces que me llevo un libro solo porque me he enamorado de la cubierta, y ese es el caso de la novela de hoy: Rouge, de Mona Awad.

Decidme si no es como para enamorarse:


Oh, I envy!

Además, como no quise saber nada de la trama de antemano, aquí me arriesgaba un poco porque tampoco había oído hablar antes de esta novela ni de su autora. Me lo estuve pensando unos días, pero al final cayó. De verdad, imposible resistirse a esa tipografía como de cuento infantil, a esa rosa de la portada que, cuando te fijas bien, es en realidad una medusa nadando hacia las profundidades... 

Y algo de cuento infantil hay, pues así empieza la novela: la protagonista rememora las noches en que su madre, Noelle, le contaba un cuento. Una madre preciosa, con melena pelirroja, piel blanquísima y ojos azules, con un aire de actriz diva de los años cuarenta. Belle, la protagonista, ha salido a su padre egipcio: tiene la piel más oscura, el pelo castaño, y ella se ve horrible en comparación con su madre. Arrastra el complejo ya desde pequeña y ahora que es adulta se somete a una estricta rutina de belleza cada noche en busca de un ideal imposible de alcanzar.

Belle y su madre llevan años distanciadas, pero ahora Noelle ha fallecido y Belle, como única heredera, tiene que ir a California a recoger sus pertenencias y vender su casa. Sin embargo, una vez allí se ve extrañamente atraída hacia una mansión en unos acantilados, Rouge, una especie de spa en el que su madre, obsesionada con la belleza física, pasó sus últimos meses. En esa casa la reciben en unas fiestas casi al estilo Eyes Wide Shut (pero sin sexo) y donde todo el mundo parece reconocerla como hija de su madre. Tras acudir varias noches a estas fiestas, le ofrecen una serie de «tratamientos» especiales. Y ella, obsesionada como está con la belleza física, accede. Pero esos tratamientos parecen de todo menos normales, y tampoco se diría que están pensados para resaltar su belleza precisamente... Cuando la memoria de Belle comienza a fallar y empieza a comportarse de forma extraña, el lector ve con impotencia cómo se dirige irremediablemente a la boca del lobo.

Crítica a la industria de la belleza y de la cosmética, incisivo análisis de una relación madre-hija marcada por la desconexión y la incomprensión, mujeres obsesionadas con la belleza física que acaban borrando las fronteras entre realidad y ficción, y todo con tintes de cuento de hadas, donde los espejos tienen un papel primordial. 

La novela me ha gustado muchísimo, pero para mi gusto le falla un pelín el ritmo, porque hacia la mitad del libro me pareció que flojeaba y pensé un par de veces en abandonar. De todas formas, admito que seguramente fue cosa mía, porque me pilló en una época en que apenas tenía tiempo de leer y solo leía un par de páginas por la noche deseando echarme a dormir cuanto antes. Y no: este es un libro que hay que disfrutar despacio y que pide que le dediques tiempo y te sumerjas en él. 

Sin embargo, es pasar la primera mitad y la trama coge velocidad: primero hay unos pasajes que me hicieron reír más de una vez con su humor negro, y luego llega la parte final que engancha de mala manera, porque la protagonista se adentra cada vez más en un pozo del que parece imposible salir. Además me resultó tremendamente emotivo y me tuvo llorando como una magdalena. ¡Qué final tan increíble! 

Por cierto, este libro será muy difícil de traducir, porque a raíz de las pérdidas de memoria de Belle la cabeza le empieza a cortocircuitar y mezcla unas palabras con otras, como skin/sin, serving/severing... Me he encontrado un montón de pasajes que supondrán todo un reto si esta novela se llega a traducir al español (¡que espero que sí!).

La contra describe este libro como «un cuento de hadas gótico con tintes de terror», y es justo eso. ¿Necesitáis más argumentos para leer esta novela? Un papel destacado lo tienen unas medusas como las de la cubierta, y uno de los personajes es Tom Cruise. En serio. ¿A que ahora ya os he convencido del todo? :D



Por cierto, hago un inciso para seguir comentando el tema de la traducción. La editorial Beetruvian lleva unos meses en el punto de mira porque hay sospechas de que traduce todas sus novelas con Google Translate. Las sospechas saltaron cuando se comprobó que todas las traducciones se firmaban con seudónimo («Solomon Grundy»). Desde que se comentó en redes, las últimas traducciones se firman con nombre y apellido, pero son nombres tan genéricos que también levantan sospechas (Cris García, David García). Pues bien, hoy se ha publicado un hilo en Twitter en el que una extrabajadora de esa editorial confirma que todo está traducido con Google. 

Y lo cuento aquí porque el anterior libro de Mona Awad, Bunny, lo ha publicado esta editorial en español. ¡Imaginaos! ¡Traducir a Mona Awad con Google Translate! Solo pido que Beetruvian no consiga también los derechos para traducir Rouge, porque aparte de ser una enorme falta de respeto por la autora y por los lectores, ya me diréis cómo traduciría la maquinita párrafos como este:

Each tray's surface is covered with a black circle of paper, but nothing else. Because we don't want you to look until it's time is what the Statues of Cold told us. Strange to carry a tray. "Almost like we're the severed ones, isn't that right, Lake?" Serving ones, I meant to say. But Lake understands.


11 de abril de 2024

Mujer equivocada (Mercedes Rosende)

Hoy traigo una nueva lectura conjunta, esta vez organizada por Carolina de Libros por doquier y la editorial Alrevés. Y la novela escogida ha sido Mujer equivocada, de la uruguaya Mercedes Rosende. Os cuento lo que me ha parecido. 

Nuestra peculiar protagonista es Úrsula, una mujer muy insatisfecha, una traductora algo pasada de peso. Como dice la contra, «demasiado fea, demasiado hambrienta, demasiado sola». No está contenta con su vida, le gustaría ser como su hermana, Luz: delgada, guapísima, casada con un millonario, que pasa sus días dedicada a la vida ociosa y a cultivar rosas. Úrsula prueba una dieta tras otra (últimamente ha tocado la de caldo de verduras), aunque su insatisfacción hace que luego se coma una hamburguesa y dos porciones de tarta. Solo encuentra consuelo en limpiar su colección de figuritas orientales y en poner el oído para escuchar conversaciones ajenas.

Y esta curiosidad es justamente la que desencadena la trama: un día recibe una llamada de teléfono. Es un secuestrador que le dice que tiene en su poder a su marido y le exige una recompensa. «¿Qué marido?», se queda pensando ella, que está soltera. Lo que haríamos cualquiera es ignorar la llamada, tomarlo como una broma, o como mucho mirar en la sección de desaparecidos del periódico. Pero la curiosidad de Úrsula la lleva no solo a seguirle la corriente al secuestrador, sino a quedar con él para seguir tirando del hilo. Quiere saber quién es esa Úrsula con la que la han confundido, qué hay detrás de esa mujer que seguramente lleva una vida tan diferente de la suya propia.

Y así empieza este misterio que gira en torno a una «mujer equivocada», pero casi que el misterio es lo de menos, pues el verdadero protagonismo se lo llevan Úrsula y su humor negro, que arranca sonrisas en más de un pasaje, y los episodios tan raros o curiosos que se suceden en su día a día. Es difícil clasificar este libro en un género concreto, y sin embargo lo primero que me viene a la mente al hablar de Mujer equivocada es «original». Me ha parecido una lectura tremendamente original. Sí, tiene tintes de thriller, y también de denuncia social (como el tema de las dietas y las tallas en las tiendas), pero aun así sigue costando encajarlo en un género. Yo solo sabía que no podía parar de leer y que me gustaría seguir las andanzas de Úrsula. La buena noticia es que Mercedes Rosende ha escrito de momento cuatro novelas con ella de protagonista y la segunda ya la ha publicado Alrevés. Se llama Lágrimas de cocodrilo y ya le tengo echado el ojo.

Os dejo con un par de fragmentos para que veáis de qué va la cosa y os animéis a leerla:

… comienzo a sentir esa inquietud que no se aplaca con un sánguche, ese desasosiego que hace que todo lo demás —la cuenta de banco en rojo, las traducciones sin hacer y hasta los kilos que se amontonan— se desvanezca hasta quedar diluido frente a una torta de chocolate rellena de mousse de dulce de leche y salpicada de nueces.

 

Le cuento que esta semana y tal vez todo este mes estaré concentrada en mi trabajo como traductora, una ardua labor que demanda lo mejor de mí, conocimiento de ambas lenguas, sensibilidad, sentido artístico y entrega. El traductor, querida vecina, después de tener un primer contacto con el texto, se apropia de él y empieza a producir algo propio, que también es arte. El traductor enfrentado al texto se debate entre la letra y el espíritu, entre la fidelidad y la libertad, y en esa tenue línea está la creación. ¿Usted sabe algo del proceso creativo? Pues le diré que requiere silencio. Silencio, lo que a mí me falta porque sus tacos chocan contra la madera y producen ese sonido seco que me irrita, me pone nerviosa y me aleja millones de kilómetros del arte. Le pido encarecidamente que haga algo, que ponga alfombras, que se descalce, que levite para ir en busca de un vaso de agua a la heladera.

 

Sopa harira y mujer equivocada.

25 de marzo de 2024

China en 100 preguntas (Valérie Niquet)

En la última edición de Masa Crítica de Babelio me gustó un libro que prometía abordar «el pasado y el presente de un país ya indispensable para entender la actualidad». China en 100 preguntas me pareció una propuesta interesante y ya puedo contaros mis impresiones. 



Lo que más me atrajo de esta propuesta es el formato de preguntas y respuestas, divididas en cinco secciones: historia, cultura y sociedad, política, economía, y geopolítica y estrategia exterior. Algo que no me esperaba es que el libro está muy enfocado en analizar el presente y el futuro, pero son muy pocas las preguntas que cuentan el pasado y las raíces de China (y que son quizá las que más me interesaban). 

Desde luego las respuestas proporcionadas están respaldadas por una investigación exhaustiva, a juzgar por los datos que da la autora y las continuas notas al pie. Me ha resultado una lectura muy amena e instructiva, aunque no es un libro para devorar páginas de una sentada, sino que es más interesante leer de vez en cuando preguntas sueltas, pues más de una da para reflexionar. Además están todas recogidas en el índice del principio, así que ni siquiera hace falta leerlas en orden si no se quiere. 

¿Ha sido China una gran potencia marítima? ¿En qué consistió el Gran Salto Adelante? ¿Qué significa el fin de la política del hijo único? ¿Hay esperanza para el medio ambiente? ¿Son los sindicatos un simple instrumento de control social? ¿Es China una dictadura sin disidentes? ¿Son fiables las estadísticas chinas? ¿Existen sombras en la asociación estratégica entre China y Rusia? Estos son solo algunos ejemplos de las preguntas que encuentran su respuesta en este libro. Si os habéis quedado con curiosidad, el libro, no muy largo (cada pregunta se contesta en entre 1 y 3 páginas) está editado por Rialp. La traducción del francés corre a cargo de Antonio Rubio Plo.


18 de marzo de 2024

La asombrosa tienda de la señora Yeom (Kim Ho-Yeon)

Hoy vengo con una de las lecturas conjuntas de Laky, un libro que prometía mucho y que ha estado totalmente a la altura: La asombrosa tienda de la señora Yeom, de Kim Ho-Yeon, que Duomo publicó en febrero.


La señora Yeom es propietaria de una tienda 24 horas en un barrio de Seúl. La competencia es fuerte y las ventas no pasan por su mejor momento, pero aun así la señora Yeom tiene que contratar a alguien para el turno de noche, pues ella, que ronda los 70 años, ya está mayor para estar en danza y sin dormir. Y entonces se le ocurre contratar a Dokgo, un indigente que vive en la calle y que le prestó su ayuda un día en la estación de Seúl.

Al principio sus compañeros en la tienda se quedan atónitos. ¿Ha puesto la señora Yeom a trabajar en la tienda a un indigente? ¿Cómo se le ocurre? Sin embargo, poco a poco Dokgo, con su presencia de oso, su carácter reservado, su rápida adaptación al nuevo trabajo, que se le da especialmente bien, y su capacidad para escuchar se gana la confianza de sus compañeros.

Dokgo tiene muchas lagunas en la memoria fruto de los años de alcoholismo, que ahora está intentando dejar, por lo que su pasado es un enigma. ¿Quién es Dokgo? ¿Tuvo familia y un trabajo en un pasado no tan remoto? En la lectura poco a poco iremos resolviendo no solo estos enigmas, sino que veremos también las desdichas de otros personajes, con los que para el lector será facilísimo empatizar.


No está siendo mi mejor época para leer, y sin embargo con este libro no me ha costado nada ponerme por las noches. Es una lectura muy tranquila y reconfortante, un libro de esos a los que haces hueco en cualquier momento porque quieres seguir sabiendo cosas de sus personajes.

Por otra parte, me ha encantado conocer un poco más Corea a través de este libro, y también a través de la versión de la traductora, Ainhoa Urquia. No me quiero ni imaginar lo difícil que tiene que ser traducir del coreano, un país con una realidad, un día a día, tan diferentes al nuestro, y sin embargo la versión de Ainhoa lo pone facilísimo, y está escrita con una fluidez que ya querrían para sí muchos escritores de novelas en español. 

Una lectura muy recomendable que no solo se lee en un suspiro, sino que trata temas muy cotidianos con los que todos podemos empatizar: el alcoholismo, las difíciles relaciones entre padres e hijos, la necesidad de tener aspiraciones en la vida o simplemente la amistad y la bondad. Más de una frase te deja pensando...

Por cierto, en Corea este libro ha sido todo un superventas, con más de un millón de ejemplares vendidos. Su fama le precede y será por algo, ¿no? Os invito a descubrirlo.

6 de febrero de 2024

El celador de Olot (Matías Crowder)

Llevo semanas (¡casi meses!) con mis lecturas totalmente paradas, pero solo porque leo una novela detrás de otra por trabajo. No me puedo quejar, pero es verdad que al final se echa de menos leer los libros con los que una tiene más afinidad. Aprovechando un viaje que hice hace poco, quise llevarme para el avión un libro manejable, que pudiera leer rápido y no me exigiera demasiado, y puedo decir que escogí la lectura perfecta: El celador de Olot, de Matías Crowder. 

Es uno de los libros de Sin Ficción, la colección de la editorial Alrevés que recoge los casos más impactantes en materia de true crime de los últimos años en nuestro país. Como ellos mismos se definen: «Una colección de libros escritos a ritmo de novela, sin nada de ficción, que narran los episodios más oscuros de la crónica negra».



 

Este libro, sin embargo, se desmarca de esa premisa de la colección, «sin nada de ficción», puesto que el autor se adentró en el pensamiento del asesino e incorpora en la narración elementos imaginados por él. Y ha tenido que ser así porque el protagonista de este libro nunca ha querido recibir en la cárcel al «periodisticucho», como él llamaba a Matías Crowder. Sin embargo, Crowder se sumergió en los más de diez mil folios de la causa y, como dice Marta Robles en el prólogo, «casi sabe más de Joan Vila que él mismo». Y con todos esos conocimientos escribió este libro.

Joan Vila, que hoy tiene 58 años, era un hombre taciturno, reservado, con pocas habilidades sociales y un carácter inestable y depresivo, alguien que no parecía encontrar su lugar en el mundo. Vivió una adolescencia solitaria y plagada de inseguridades. Con cuarenta y tantos años seguía viviendo con sus padres y no acababa de encontrar su vocación; en el pasado había probado diversas profesiones, había abierto una peluquería que tuvo que cerrar poco después y había emprendido varios estudios, pero no sentía encajar en ningún ambiente. Finalmente encontró una vocación y un sitio en el que sí encajaba: celador en una residencia de ancianos, el geriátrico de Banyoles, en el 2005. Allí sentía que los ancianos lo necesitaban, agradecían sus cuidados, incluso podía poner en práctica su antigua profesión de peluquero (había llegado a regentar una peluquería), arreglando el cabello y las uñas de muchas de las ancianas. Sin embargo, tras unos meses allí se traslada a la residencia La Caritat, en Olot, y el aparente equilibrio que había logrado se rompe. Vuelve su inestabilidad emocional, y su soledad e introversión lo convierten en una persona peligrosa. Entre el 2009 y el 2010, cada vez más desestabilizado, acaba erigiéndose en ángel de la muerte: matará a 11 personas mediante productos cáusticos, cócteles de barbitúricos e inyecciones de insulina. 

Nadie se dio cuenta de que aquel hombre aparentemente amable, que se preciaba de cuidar a todos los ancianos a su cargo, llevaba meses asesinándolos, hasta que al final sus propias pulsiones, cada vez más descontroladas, acabaron por delatarlo.

Si os interesa conocer la historia del asesino más prolífico en España en el s. XXI, os recomiendo muchísimo este libro, que narra la historia de Vila desde su infancia y trata de desentrañar los motivos que llevaron a cometer unos crímenes tan atroces. Y lo que más me ha gustado es que el autor se detiene a narrar quién era cada víctima, cuál era su historia, qué familia tenía... Es necesario dar nombre a las víctimas y que no sean meros accesorios en un libro sensacionalista, y en ese aspecto también me ha gustado el enfoque del libro.

A Joan Vila no se le detectó ningún trastorno que redujera su condena y cumplirá 40 años entre rejas.


Primer libro que leo de la colección «Sin ficción» y me he llevado una impresión buenísima. Ya tengo el siguiente esperando en la estantería: Hágase tu voluntad, el drama de Patricia Aguilar, captada por una secta cuando aún era menor de edad.

Y, por cierto, si alguien de «Sin ficción» o de Alrevés me lee: por favor, por favor, un libro sobre Maje y Salva, los asesinos de Patraix. Con las cartitas que se intercambiaron y la transcripción de aquellos audios bochornosos...


28 de enero de 2024

El último viaje del Valbanera (Carlos González Sosa)

Carlos González Sosa es un escritor nacido en Gran Canaria con varios libros ya en el mercado. Después de tantear el género fantástico, en el que lleva publicadas una trilogía y una bilogía, pasó a centrar sus novelas en algo que le toca más de cerca: diversos hechos históricos canarios. Y ahí es donde encaja la lectura que traigo hoy, El último viaje del Valbanera, que relata un episodio trágico de la dilatada historia de las Canarias.

Corría el año 1919. Después de recoger pasajeros en diferentes puertos españoles, el gran buque correo Valbanera zarpa desde Canarias con destino a Cuba, lleno de emigrantes deseosos de encontrar una vida mejor al otro lado del Atlántico. La novela nos presenta las historias de varios pasajeros, todas ellas inspiradas en personas reales que se embarcaron aquel día. Tras cruzar el océano con tranquilidad y arribar a Santiago de Cuba, el buque siguió hasta La Habana, adonde nunca llegaría, pues naufragó al toparse con un huracán.

Así pues, la novela nos narra dos episodios trágicos: el propio naufragio y la situación que había forzado a tantísimos canarios a emigrar, en parte en busca de una vida mejor y en parte para huir de la guerra de Marruecos. Como el autor cuenta en la novela, en 1919 había más jóvenes canarios repartidos entre Cuba y Venezuela que en las propias islas.

El relato en todo momento se centra en ponerle cara a la emigración; conoceremos a diversos personajes sumidos en la pobreza que solo buscaban una vida mejor para sus familias. Con un toque de ficción, el autor imagina historias de amor, de odio, de celos y de premoniciones que tal vez tuvieran lugar durante el viaje, pero todo desde un tono muy aciago. No puede ser de otra manera, dada la realidad que el libro trata de reflejar.

A mí es quizá lo que menos me ha gustado del libro, ese tono tan funesto. Entiendo que el autor no haya querido hacer concesiones con eso, que no haya pretendido darle a la historia una pátina de romanticismo ni nada, pero eso lo hace una lectura muy triste ya desde las primeras páginas. Algunos pasajeros tienen la sensación de que algo va a salir mal, y esa nube negra acecha durante toda la lectura.

Por otra parte, el autor quiere marcar distancias en todo momento con naufragios más famosos como el del Titanic. Está claro que el Titanic hizo historia por ir cargado de pasajeros ricos y ser un transatlántico a todo lujo, lo que contribuyó a forjar su leyenda. En cambio, el Valbanera era un mero buque lleno de emigrantes cuyo caso apenas se conoce hoy en día, pese a que fallecieron 488 personas, y el autor también quiere señalar la injusticia de esto. Y, sin embargo, hay una historia de amor en el Valbanera, en la que los protagonistas se esconden por los recovecos del barco huyendo de un pretendiente que persigue a la chica y odia al chico, que me recordaban continuamente a la pareja formada por Rose y Jack en la famosa película Titanic.

El estilo del autor es directo y sin florituras, pero en la edición me ha despistado muchísimo que los párrafos normales estén separados por una blanca y los diálogos no, por lo que parece continuamente que estamos ante un cambio de escena. No he entendido esta forma de maquetar el texto. He aquí un ejemplo:


Dicho esto, El último viaje del Valbanera es un libro que se lee rápido, apto para todos los públicos y que narra un episodio de nuestra historia que merece ser recordado. Eso sí, hay que emprenderlo con ánimo, porque las historias que narra, como no podía ser de otra manera, son muy tristes.

 


14 de noviembre de 2023

Cuentos rusos (VV. AA.)

No a todo el mundo le gustan los libros de relatos, pero a mí rotundamente sí. Por un lado te permiten «catar» autores que no habías leído antes y, si la selección está bien escogida, las antologías resultantes pueden ser auténticas joyas. 

En esta recopilación llamada Cuentos rusos, Gadir nos propone obras de Tolstói, Chéjov, Gógol, Pushkin, Dostoievski y Turguéniev. Me ha permitido justo lo que contaba antes: tantear la obra de autores que no conocía y obtener una especie de caleidoscopio de obras rusas que, en mi opinión, están muy bien escogidas.

Las tres preguntas, de Tolstói, está escrito en forma de parábola y narra la historia de un rey que quiere encontrar la respuesta a las que él considera las tres preguntas más importantes en la vida. En esencia, el cuento habla de cómo vivir la vida con la intensidad que merece.

Karma, también de Tolstói, es la versión que hizo el autor ruso de un cuento popular hindú, que refleja las creencias sobre el bien y el mal de los budistas, que, como dice el propio Tolstói, son muy parecidas a las del cristianismo.

Son dos relatos muy agradables y que se leen como una especie de parábolas, pero me dejaron un poco confundida, pues no me esperaba el tema que tratan.

Kashtanka, de Anton Chéjov, es sin duda el relato que más me ha gustado. Está narrado desde el punto de vista de un perro al que le pasan una serie de catastróficas desdichas. Vive con un ebanista, pero un día se extravía y acaba en casa... de un payaso de circo, aunque eso solo se descubre hacia el final del relato, pues todo se narra desde el punto de vista del inocente perrito. Me ha parecido muy original y me ha dejado pensando... He leído que Chéjov tiende a evitar los finales tanto felices como desgraciados, y este desde luego es uno de ellos, que no termina mal pero sí con unas notas melancólicas.

Historia de una anguila, también de Chéjov, habla de unos hombres empeñados en sacar a una anguila del río, pero el animal no tiene ninguna intención de salir de ahí.

La nariz, de Gógol, habla de un barbero que se encuentra una mañana, dentro de la hogaza que se iba a desayunar... ¡una nariz! Y no una nariz cualquiera. La reconoce perfectamente porque es la de uno de sus clientes. A continuación vemos el punto de vista del dueño de la nariz, que está aterrado tras descubrir que en el centro de la cara, en vez de su apéndice nasal, tiene una superficie tan fina y lisa como un blini. Acaba persiguiendo a su propia nariz por toda la ciudad. 

Este cuento también me ha gustado mucho; se suceden situaciones tan absurdas que no puedes dejar de reírte.

—¿A quién le has cortado esa nariz, animal? —empezó a gritar fuera de sí—. ¡Bribón! ¡Borracho! ¡Yo misma te entregaré a la policía! ¡Menudo bandido! A tres personas he oído decir que cuando afeitas tiras de tal modo de las narices que por poco no se desprenden.

El cuento del gallo de oro, de Pushkin, también tiene el aire de un relato oriental, como los dos primeros. Trata de un rey, agobiado por los ataques que sufren sus fronteras, al que le regalan un gallo de oro que le ayudará a protegerlas. Pero una vez conseguido esto, se olvida de las promesas que hizo para lograr la paz...

El cocodrilo, de Dostoievski, es otro relato que roza el absurdo, como el de la nariz. Va de un hombre que va a una galería comercial a ver un cocodrilo que hay expuesto... pero acaba en la tripa de dicho animal. Lo único es que, pasada la tragedia inicial, casi parece que el hombre está muy cómodo ahí dentro...

—¡Está perrdido, ahora va a reventarr porque se ha zampado un funcionario entero! —gritó el dueño.

La pequeña codorniz es un relato muy breve de Turguéniev que me ha parecido de lo más conmovedor y que refleja la afición que tenía su autor por la caza.

De todos, me quedo con La nariz y Kashtanka, son los que más me han calado, pero todos ellos conforman un librito de relatos muy logrado: los hay muy breves, los hay más largos, unos conmovedores, otros alocados, otros con moraleja... pero desde luego todos reflejan muy bien la época en que fueron escritos y te transportan a la Rusia de hace más de cien años.

Tengo que ponerle un pero, eso sí: pese a que las traducciones me han parecido fabulosas, la edición no lo es tanto: a veces se junta un diálogo con el párrafo siguiente, otras veces hay sangrías en medio de una frase, la primera parte de la introducción está copiada dos veces... En realidad son detallitos muy tontos que desmerecen la lectura pero que se habrían podido pulir con una lectura atenta.

¡Ah! Un último detalle: aunque esta recopilación es muy interesante, si os han llamado la atención relatos sueltos, he visto que Gadir vende la mayoría de ellos en distintas ediciones por separado. Como veis, ¡no será por falta de opciones!



1 de octubre de 2023

Echidna (Beatriz Alcaná)

Este libro fue un flechazo por redes sociales. Solo necesité ver la tipografía del sugerente título, la preciosísima imagen y la coletilla de «novela de terror» para que mi curiosidad se viera picada y lo buscara por internet. Para mi sorpresa, no está a la venta. Ganó el V Premio de Novela Corta de Terror «Marta Portal» de Nava y el ayuntamiento de la ciudad imprimió 500 ejemplares, principalmente para bibliotecas y centros culturales. Como no lo encontré en mi red de bibliotecas, su autora tuvo a bien enviarme un ejemplar. ¡Y qué suerte!


Febrero de 1858. El HMS Echidna emprende una expedición científica con el objetivo de localizar el polo sur magnético. A bordo viaja el doctor Terrance Derleth, a quien su vieja amiga lady Augusta Sophia Young, la esposa del gobernador de Tasmania, pide ayuda en una carta al enterarse de que pasarán el invierno en la isla. Su ahijada, Moira Cox, padece unos extraños delirios: está convencida de que unas criaturas ancestrales se comunican con ella desde las profundidades del océano. Junto al doctor Derleth viajan el irreverente teniente Virgil Lockhart y el joven cirujano escocés Graham Doyle. Todos ellos tratarán de velar por la vida de la señorita Cox mientras la verdad se va desvelando poco a poco. Lo que ninguno sospecha es que tal vez sea la propia Moira quien esté tratando de salvar a la tripulación del Echidna de un destino peor que la muerte.


¿Tenéis un par de horitas esta tarde? Pues con eso es suficiente para sumergiros en el mundo que propone Beatriz Alcaná en Echidna, un relato de terror de apenas 60 páginas que no necesita más para desplegar todos sus encantos. Está escrito en forma epistolar, y esas primeras cartas escritas a bordo de un barco por el doctor Derleth me sumergieron en la trama al momento, con un regustillo que casi me recordó a algunos pasajes de Frankenstein. Desde el principio es una lectura desasosegante, que va conduciendo al lector de manera imparable hasta un final tremendamente lovecraftiano y tentacular.


No deja de maravillarme la capacidad que tienen las Parcas para elegir las hebras más retorcidas a la hora de tejer nuestro destino.


Aparte de unos personajes que enseguida te conquistan, lo que más me ha gustado es el estilo de Beatriz Alcaná y la edición que ha hecho el Ayuntamiento de Nava, que no tiene tacha. Beatriz utiliza un lenguaje culto y cuidado, muy acorde a la época en la que se sitúa la acción, pero sin artificios. Su dominio es tal que resulta inevitable preguntarse cuándo se animará a escribir una novela (por cierto, creo que ya está en ello); para cualquier editorial que se fije en ella, Beatriz será una apuesta segura.


Como te dije una vez, es extraña la manera en que algunas personas entran a formar parte de nuestras vidas; unas vidas que hasta entonces les eran ajenas y de las que inesperadamente se convierten en protagonistas.


En este enlace hay una interesante entrevista con la autora, donde se recoge todo lo que ha publicado hasta la fecha (que es mucho más de lo que deja entrever el texto de la solapa). Si os habéis quedado con ganas de más acerca de esta autora, ahí hay un hilo del que tirar. Y termino con dos noticias que he leído estos días por redes:

--> Beatriz acaba de ganar el 27 Premio de Novela Ciudad de Salamanca 2023 con su obra Teseo en llamas, una novela «muy muy gótica», según comentó Beatriz, y que al parecer publicará Ediciones del Viento (¡habrá que estar atentos!).

--> Echidna está disponible para descarga gratuita en Lektu, en este enlace, lo cual es una estupenda noticia porque así este relato tan conseguido podrá llegar a más gente. Si os animáis a leerlo, como veis, ¡ya no tenéis excusa!




9 de septiembre de 2023

Flots (Patrick Senécal)

Cuando me compré este libro tenía ganas de leer algo de terror y que fuera en francés. Esos eran mis únicos requisitos. No recuerdo dónde me enteré de la existencia de esta novela en concreto, pero supongo que miré la puntuación de Goodreads (me fío bastante), ojeé por encima el resumen de la contra y decidí comprarlo. Todo esto fue hace un año, así que ya no recordaba nada de la trama.

Y, desde luego, este es otro de esos libros ideales para empezar sin saber nada de nada. Florence es una niña de 8 años a quien encuentran sola en casa; no hay ni rastro de sus padres y ella no quiere decir dónde están ni si sabe qué ha pasado con ellos. De hecho, se encierra en un mutismo absoluto. Tras esta breve introducción, empezamos a leer su diario, que conforma prácticamente el 90% de la novela. Y se lee tal cual, con el vocabulario propio de una niña pequeña, pero una niña muy avispada e inteligente, que va añadiendo palabras a su diario a medida que se las explica su profesora en clase. Lo cierto es que cuesta un poco meterse en la dinámica, y llega un momento en que yo me preguntaba qué tenía de atractivo saber sobre el día a día de una niña de primaria, con sus peleas en el recreo y sus dinámicas familiares. Pero entonces empiezas a leer entre líneas... y poco a poco salen a la luz los conflictos en el hogar familiar y en el colegio, y, discerniendo entre las frases cándidas que refleja Flo en su diario, el lector empieza a darse cuenta de la terrorífica realidad.

No puedo decir más, porque es mejor ir descubriéndolo poco a poco. Solo digo que me costó entrar, pero llegó un momento en que ya no podía dejar de leer; me enganché de mala manera y llegué a quedarme con la boca abierta en más de una escena. Tiene un regustillo a Stephen King (me parece una historia que fácilmente podría haber salido de su imaginación) y se mueve un poco entre el thriller y el terror, aunque el último tercio es definitivamente más terror que otra cosa. También ha habido momentos en que casi me parecía divertido (yo creo que el autor se lo pasó bomba escribiendo esto) y en muchas escenas me quedaba un regustillo amargo, porque toda la historia tiene un trasfondo triste, y más siendo que hablamos de niños tan pequeños. En cuanto a Flo, se pasa la novela tratando de encontrar a alguien que no traicione su confianza. Como dice la primera frase del libro:

—En el fondo, todo es una cuestión de confianza.


La portada del libro con Flo tocando el piano, como hace en más de una escena.

Desde luego, Patrick Senécal ha sido todo un descubrimiento. Ahora a posteriori veo que es un reconocido escritor canadiense de novelas de terror, de muy variados temas y enfoques. Con solo un vistazo rápido a las redes ya he anotado unas cuantas novelas suyas que me gustaría leer en el futuro. Veo que de momento apenas ha sido traducido al español, así que ahí va un llamamiento a las editoriales de terror españolas: leed Flots y luego me contáis si vale la pena traducirlo o no. :)