Leer durante seis horas seguidas hasta que cierras el libro por la última página. Quedarte mirando al techo de la habitación y murmurar un prosaico: «Guau». Y necesitar varios días antes de emprender la siguiente lectura porque tienes que reponerte de la historia que acabas de vivir.
La trama, a priori, parece de película de sobremesa de Antena 3: pocos días antes de cumplir 16 años, Kevin Khatchadourian mata a nueve personas en su instituto. Narra los hechos Eva Khatchadourian, su madre, a través de una serie de cartas que envía a su marido ausente, Franklin, en las que repasa la vida de Kevin para intentar entender cómo ambos llegaron a criar a un asesino en casa.
Sin embargo, el libro no se queda ahí. La trama gira en realidad en torno al concepto de la maternidad, pero desde un punto de vista totalmente diferente al que estamos acostumbrados: el de una empresaria de éxito —acostumbrada a recorrer el mundo durante cinco meses al año— que decide quedarse embarazada un poco a regañadientes, más por deseo de su marido que de ella; el del embarazo que se vive más como invasión que como estado de buena esperanza; el de la depresión posparto; el de no empatizar en absoluto con un hijo que, a todas luces, es de los llamados difíciles. Eva no llega nunca a sentir amor por Kevin y piensa que está criando a un extraño en casa. Por su parte, Franklin ve colmadas con Kevin todas sus expectativas de ser padre y se coloca totalmente de su parte, lo que empieza a distanciar al matrimonio; con el paso de los años, la brecha entre la pareja se abre cada vez más. Sin embargo, ¿explica eso que un día Kevin se plante en el instituto dispuesto a cometer una masacre?
No digo más porque creo que es bueno mantener ciertos elementos de sorpresa en esta historia. Es una novela epistolar y la lectura no me ha resultado fácil, pero creo que ha tenido que ver que me la he leído en inglés (tela marinera con las expresiones que suelta la autora); es un libro que no se puede soltar, pero la lectura requiere tiempo y concentración, porque está plagado de reflexiones y viajes al pasado para detallar recuerdos; así, episodios prácticamente triviales como el que puse en la entrada anterior acerca del décimo cumpleaños de Eva pueden llegar a ocupar dos páginas. Sin embargo, es una novela tremenda por la cantidad de reflexiones e interrogantes que plantea, pues es el típico libro que te sigues cuestionando días después de haberlo terminado.
Eso sí, por fortuna yo me lo he leído ahora que ya soy madre y tengo una niña normal. Me lo llego a leer hace unos años y me replanteo todo el tema de la maternidad. Avisados estáis: este libro os quitará las ganas de traer un retoño al mundo, no vaya a ser que os salga un Kevin. :-)
We Need to Talk About Kevin ocupará sin dudarlo un puesto entre las mejores lecturas de este año.
Me ha hecho ilusión encontrarme con esta reseña, vi la película y me encantó, se la recomiendo a todo el mundo. El libro lo tengo pendiente y espero no tardar mucho en leerlo, aunque yo lo leeré en castellano jeje Un beso, me quedo por aquí :)
ResponderEliminarS.
Pues yo al revés, ahora tengo pendiente la película, pero con el elenco de actores que ha reunido y la historia que hay detrás seguro que vale la pena. ¡La buscaré! Un beso y bienvenido. :)
EliminarYo también me quedé con el libro en la cabeza tiempo después de haberlo leído. Aunque vi primero la película, y quizás hay cosas que no me pillaron por sorpresa, sí muchas de ellas, ya que la película la vi hace años y el libro lo leí este. Es impactante y muy cierto el hecho de replantearte el procrear xD. Menudo diablo, Kevin. Por cierto, no hay personaje que más rabia me ha dado como el padre.
ResponderEliminarUna cosa, ¿crees que el culpable de todo lo que pasó fue Kevin, Eva o el padre?, ¿o todos tienen su parte?
Yo debo decir que hacia la mitad del libro ya adiviné algunas de las sorpresas del final, pero estaba tan metida en la historia que la disfruté igual. ¡A mí el padre también me daba muchísima rabia! Lo mejor de esta novela es que al final te deja con dudas, porque solo conocemos la historia desde el punto de vista de la madre. ¿Y si en realidad Kevin no era tan malo, sino que era simplemente difícil? En todo caso, empaticé mucho con Eva y les habría dado un par de sopapos tanto a Kevin como al padre. Pero sí, uno de los puntos fuertes del libro es que admite muchas lecturas... ¡Besos!
EliminarEntonces...dejaré pasar un tiempo...quiero ser madre, y aún no lo soy, así que...mejor no leerlo, porque a veces, me vienen las ganas de no serlo, jajaja...
ResponderEliminarUn beso grande y gracias por tan buena reflexión.
Bueno, yo creo que unas semanas después de leer el libro, a medida que te olvidaras de la historia, te volverían las ganas de ser madre, pero te aseguro que, mientras lo estuvieras leyendo, esas ganas se te irían de cuajo, jajajaja... En todo caso creo que es una gran lectura, te la recomiendo para un futuro... ¡Otro beso para ti!
EliminarQuiero leerlo y cuanto antes pueda mejor. Tengo la intuición de que me va a gustar mucho, me intriga mucho el tema que trata.
ResponderEliminarUn beso!!
Te lo recomiendo mucho, Carla. Como digo, no es una lectura fácil, requiere su tiempo, pero al mismo tiempo te atrapará hasta el final y hará que te plantees un montón de interrogantes (¡o esa es la idea!).
Eliminar¡Un beso!
Qué bueno es este libro. Inevitable pensar loque hay detrás de estos jóvenes que se arman y lían masacres. Lo que han tenido en casa, sus familias, lo que sucede,.. Es un libro duro, que me dejó una huella tremenda y la película también merece la pena
ResponderEliminarBesos
La peli la tengo desde ya en la lista de pendientes. En cuanto a la historia, sí, plantea ese punto de vista que seguro que muchos nos hemos planteado al leer una noticia así en el periódico: ¿qué ha llevado a un chaval aparentemente normal a hacer algo así? Pero el libro no se queda ahí y profundiza mucho acerca de la maternidad, de cómo evolucionan las parejas y de qué pasa si la paternidad separa en vez de unir.
Eliminar¡Un beso!