11 de abril de 2024

Mujer equivocada (Mercedes Rosende)

Hoy traigo una nueva lectura conjunta, esta vez organizada por Carolina de Libros por doquier y la editorial Alrevés. Y la novela escogida ha sido Mujer equivocada, de la uruguaya Mercedes Rosende. Os cuento lo que me ha parecido. 

Nuestra peculiar protagonista es Úrsula, una mujer muy insatisfecha, una traductora algo pasada de peso. Como dice la contra, «demasiado fea, demasiado hambrienta, demasiado sola». No está contenta con su vida, le gustaría ser como su hermana, Luz: delgada, guapísima, casada con un millonario, que pasa sus días dedicada a la vida ociosa y a cultivar rosas. Úrsula prueba una dieta tras otra (últimamente ha tocado la de caldo de verduras), aunque su insatisfacción hace que luego se coma una hamburguesa y dos porciones de tarta. Solo encuentra consuelo en limpiar su colección de figuritas orientales y en poner el oído para escuchar conversaciones ajenas.

Y esta curiosidad es justamente la que desencadena la trama: un día recibe una llamada de teléfono. Es un secuestrador que le dice que tiene en su poder a su marido y le exige una recompensa. «¿Qué marido?», se queda pensando ella, que está soltera. Lo que haríamos cualquiera es ignorar la llamada, tomarlo como una broma, o como mucho mirar en la sección de desaparecidos del periódico. Pero la curiosidad de Úrsula la lleva no solo a seguirle la corriente al secuestrador, sino a quedar con él para seguir tirando del hilo. Quiere saber quién es esa Úrsula con la que la han confundido, qué hay detrás de esa mujer que seguramente lleva una vida tan diferente de la suya propia.

Y así empieza este misterio que gira en torno a una «mujer equivocada», pero casi que el misterio es lo de menos, pues el verdadero protagonismo se lo llevan Úrsula y su humor negro, que arranca sonrisas en más de un pasaje, y los episodios tan raros o curiosos que se suceden en su día a día. Es difícil clasificar este libro en un género concreto, y sin embargo lo primero que me viene a la mente al hablar de Mujer equivocada es «original». Me ha parecido una lectura tremendamente original. Sí, tiene tintes de thriller, y también de denuncia social (como el tema de las dietas y las tallas en las tiendas), pero aun así sigue costando encajarlo en un género. Yo solo sabía que no podía parar de leer y que me gustaría seguir las andanzas de Úrsula. La buena noticia es que Mercedes Rosende ha escrito de momento cuatro novelas con ella de protagonista y la segunda ya la ha publicado Alrevés. Se llama Lágrimas de cocodrilo y ya le tengo echado el ojo.

Os dejo con un par de fragmentos para que veáis de qué va la cosa y os animéis a leerla:

… comienzo a sentir esa inquietud que no se aplaca con un sánguche, ese desasosiego que hace que todo lo demás —la cuenta de banco en rojo, las traducciones sin hacer y hasta los kilos que se amontonan— se desvanezca hasta quedar diluido frente a una torta de chocolate rellena de mousse de dulce de leche y salpicada de nueces.

 

Le cuento que esta semana y tal vez todo este mes estaré concentrada en mi trabajo como traductora, una ardua labor que demanda lo mejor de mí, conocimiento de ambas lenguas, sensibilidad, sentido artístico y entrega. El traductor, querida vecina, después de tener un primer contacto con el texto, se apropia de él y empieza a producir algo propio, que también es arte. El traductor enfrentado al texto se debate entre la letra y el espíritu, entre la fidelidad y la libertad, y en esa tenue línea está la creación. ¿Usted sabe algo del proceso creativo? Pues le diré que requiere silencio. Silencio, lo que a mí me falta porque sus tacos chocan contra la madera y producen ese sonido seco que me irrita, me pone nerviosa y me aleja millones de kilómetros del arte. Le pido encarecidamente que haga algo, que ponga alfombras, que se descalce, que levite para ir en busca de un vaso de agua a la heladera.

 

Sopa harira y mujer equivocada.

25 de marzo de 2024

China en 100 preguntas (Valérie Niquet)

En la última edición de Masa Crítica de Babelio me gustó un libro que prometía abordar «el pasado y el presente de un país ya indispensable para entender la actualidad». China en 100 preguntas me pareció una propuesta interesante y ya puedo contaros mis impresiones. 



Lo que más me atrajo de esta propuesta es el formato de preguntas y respuestas, divididas en cinco secciones: historia, cultura y sociedad, política, economía, y geopolítica y estrategia exterior. Algo que no me esperaba es que el libro está muy enfocado en analizar el presente y el futuro, pero son muy pocas las preguntas que cuentan el pasado y las raíces de China (y que son quizá las que más me interesaban). 

Desde luego las respuestas proporcionadas están respaldadas por una investigación exhaustiva, a juzgar por los datos que da la autora y las continuas notas al pie. Me ha resultado una lectura muy amena e instructiva, aunque no es un libro para devorar páginas de una sentada, sino que es más interesante leer de vez en cuando preguntas sueltas, pues más de una da para reflexionar. Además están todas recogidas en el índice del principio, así que ni siquiera hace falta leerlas en orden si no se quiere. 

¿Ha sido China una gran potencia marítima? ¿En qué consistió el Gran Salto Adelante? ¿Qué significa el fin de la política del hijo único? ¿Hay esperanza para el medio ambiente? ¿Son los sindicatos un simple instrumento de control social? ¿Es China una dictadura sin disidentes? ¿Son fiables las estadísticas chinas? ¿Existen sombras en la asociación estratégica entre China y Rusia? Estos son solo algunos ejemplos de las preguntas que encuentran su respuesta en este libro. Si os habéis quedado con curiosidad, el libro, no muy largo (cada pregunta se contesta en entre 1 y 3 páginas) está editado por Rialp. La traducción del francés corre a cargo de Antonio Rubio Plo.


18 de marzo de 2024

La asombrosa tienda de la señora Yeom (Kim Ho-Yeon)

Hoy vengo con una de las lecturas conjuntas de Laky, un libro que prometía mucho y que ha estado totalmente a la altura: La asombrosa tienda de la señora Yeom, de Kim Ho-Yeon, que Duomo publicó en febrero.


La señora Yeom es propietaria de una tienda 24 horas en un barrio de Seúl. La competencia es fuerte y las ventas no pasan por su mejor momento, pero aun así la señora Yeom tiene que contratar a alguien para el turno de noche, pues ella, que ronda los 70 años, ya está mayor para estar en danza y sin dormir. Y entonces se le ocurre contratar a Dokgo, un indigente que vive en la calle y que le prestó su ayuda un día en la estación de Seúl.

Al principio sus compañeros en la tienda se quedan atónitos. ¿Ha puesto la señora Yeom a trabajar en la tienda a un indigente? ¿Cómo se le ocurre? Sin embargo, poco a poco Dokgo, con su presencia de oso, su carácter reservado, su rápida adaptación al nuevo trabajo, que se le da especialmente bien, y su capacidad para escuchar se gana la confianza de sus compañeros.

Dokgo tiene muchas lagunas en la memoria fruto de los años de alcoholismo, que ahora está intentando dejar, por lo que su pasado es un enigma. ¿Quién es Dokgo? ¿Tuvo familia y un trabajo en un pasado no tan remoto? En la lectura poco a poco iremos resolviendo no solo estos enigmas, sino que veremos también las desdichas de otros personajes, con los que para el lector será facilísimo empatizar.


No está siendo mi mejor época para leer, y sin embargo con este libro no me ha costado nada ponerme por las noches. Es una lectura muy tranquila y reconfortante, un libro de esos a los que haces hueco en cualquier momento porque quieres seguir sabiendo cosas de sus personajes.

Por otra parte, me ha encantado conocer un poco más Corea a través de este libro, y también a través de la versión de la traductora, Ainhoa Urquia. No me quiero ni imaginar lo difícil que tiene que ser traducir del coreano, un país con una realidad, un día a día, tan diferentes al nuestro, y sin embargo la versión de Ainhoa lo pone facilísimo, y está escrita con una fluidez que ya querrían para sí muchos escritores de novelas en español. 

Una lectura muy recomendable que no solo se lee en un suspiro, sino que trata temas muy cotidianos con los que todos podemos empatizar: el alcoholismo, las difíciles relaciones entre padres e hijos, la necesidad de tener aspiraciones en la vida o simplemente la amistad y la bondad. Más de una frase te deja pensando...

Por cierto, en Corea este libro ha sido todo un superventas, con más de un millón de ejemplares vendidos. Su fama le precede y será por algo, ¿no? Os invito a descubrirlo.

6 de febrero de 2024

El celador de Olot (Matías Crowder)

Llevo semanas (¡casi meses!) con mis lecturas totalmente paradas, pero solo porque leo una novela detrás de otra por trabajo. No me puedo quejar, pero es verdad que al final se echa de menos leer los libros con los que una tiene más afinidad. Aprovechando un viaje que hice hace poco, quise llevarme para el avión un libro manejable, que pudiera leer rápido y no me exigiera demasiado, y puedo decir que escogí la lectura perfecta: El celador de Olot, de Matías Crowder. 

Es uno de los libros de Sin Ficción, la colección de la editorial Alrevés que recoge los casos más impactantes en materia de true crime de los últimos años en nuestro país. Como ellos mismos se definen: «Una colección de libros escritos a ritmo de novela, sin nada de ficción, que narran los episodios más oscuros de la crónica negra».



 

Este libro, sin embargo, se desmarca de esa premisa de la colección, «sin nada de ficción», puesto que el autor se adentró en el pensamiento del asesino e incorpora en la narración elementos imaginados por él. Y ha tenido que ser así porque el protagonista de este libro nunca ha querido recibir en la cárcel al «periodisticucho», como él llamaba a Matías Crowder. Sin embargo, Crowder se sumergió en los más de diez mil folios de la causa y, como dice Marta Robles en el prólogo, «casi sabe más de Joan Vila que él mismo». Y con todos esos conocimientos escribió este libro.

Joan Vila, que hoy tiene 58 años, era un hombre taciturno, reservado, con pocas habilidades sociales y un carácter inestable y depresivo, alguien que no parecía encontrar su lugar en el mundo. Vivió una adolescencia solitaria y plagada de inseguridades. Con cuarenta y tantos años seguía viviendo con sus padres y no acababa de encontrar su vocación; en el pasado había probado diversas profesiones, había abierto una peluquería que tuvo que cerrar poco después y había emprendido varios estudios, pero no sentía encajar en ningún ambiente. Finalmente encontró una vocación y un sitio en el que sí encajaba: celador en una residencia de ancianos, el geriátrico de Banyoles, en el 2005. Allí sentía que los ancianos lo necesitaban, agradecían sus cuidados, incluso podía poner en práctica su antigua profesión de peluquero (había llegado a regentar una peluquería), arreglando el cabello y las uñas de muchas de las ancianas. Sin embargo, tras unos meses allí se traslada a la residencia La Caritat, en Olot, y el aparente equilibrio que había logrado se rompe. Vuelve su inestabilidad emocional, y su soledad e introversión lo convierten en una persona peligrosa. Entre el 2009 y el 2010, cada vez más desestabilizado, acaba erigiéndose en ángel de la muerte: matará a 11 personas mediante productos cáusticos, cócteles de barbitúricos e inyecciones de insulina. 

Nadie se dio cuenta de que aquel hombre aparentemente amable, que se preciaba de cuidar a todos los ancianos a su cargo, llevaba meses asesinándolos, hasta que al final sus propias pulsiones, cada vez más descontroladas, acabaron por delatarlo.

Si os interesa conocer la historia del asesino más prolífico en España en el s. XXI, os recomiendo muchísimo este libro, que narra la historia de Vila desde su infancia y trata de desentrañar los motivos que llevaron a cometer unos crímenes tan atroces. Y lo que más me ha gustado es que el autor se detiene a narrar quién era cada víctima, cuál era su historia, qué familia tenía... Es necesario dar nombre a las víctimas y que no sean meros accesorios en un libro sensacionalista, y en ese aspecto también me ha gustado el enfoque del libro.

A Joan Vila no se le detectó ningún trastorno que redujera su condena y cumplirá 40 años entre rejas.


Primer libro que leo de la colección «Sin ficción» y me he llevado una impresión buenísima. Ya tengo el siguiente esperando en la estantería: Hágase tu voluntad, el drama de Patricia Aguilar, captada por una secta cuando aún era menor de edad.

Y, por cierto, si alguien de «Sin ficción» o de Alrevés me lee: por favor, por favor, un libro sobre Maje y Salva, los asesinos de Patraix. Con las cartitas que se intercambiaron y la transcripción de aquellos audios bochornosos...


28 de enero de 2024

El último viaje del Valbanera (Carlos González Sosa)

Carlos González Sosa es un escritor nacido en Gran Canaria con varios libros ya en el mercado. Después de tantear el género fantástico, en el que lleva publicadas una trilogía y una bilogía, pasó a centrar sus novelas en algo que le toca más de cerca: diversos hechos históricos canarios. Y ahí es donde encaja la lectura que traigo hoy, El último viaje del Valbanera, que relata un episodio trágico de la dilatada historia de las Canarias.

Corría el año 1919. Después de recoger pasajeros en diferentes puertos españoles, el gran buque correo Valbanera zarpa desde Canarias con destino a Cuba, lleno de emigrantes deseosos de encontrar una vida mejor al otro lado del Atlántico. La novela nos presenta las historias de varios pasajeros, todas ellas inspiradas en personas reales que se embarcaron aquel día. Tras cruzar el océano con tranquilidad y arribar a Santiago de Cuba, el buque siguió hasta La Habana, adonde nunca llegaría, pues naufragó al toparse con un huracán.

Así pues, la novela nos narra dos episodios trágicos: el propio naufragio y la situación que había forzado a tantísimos canarios a emigrar, en parte en busca de una vida mejor y en parte para huir de la guerra de Marruecos. Como el autor cuenta en la novela, en 1919 había más jóvenes canarios repartidos entre Cuba y Venezuela que en las propias islas.

El relato en todo momento se centra en ponerle cara a la emigración; conoceremos a diversos personajes sumidos en la pobreza que solo buscaban una vida mejor para sus familias. Con un toque de ficción, el autor imagina historias de amor, de odio, de celos y de premoniciones que tal vez tuvieran lugar durante el viaje, pero todo desde un tono muy aciago. No puede ser de otra manera, dada la realidad que el libro trata de reflejar.

A mí es quizá lo que menos me ha gustado del libro, ese tono tan funesto. Entiendo que el autor no haya querido hacer concesiones con eso, que no haya pretendido darle a la historia una pátina de romanticismo ni nada, pero eso lo hace una lectura muy triste ya desde las primeras páginas. Algunos pasajeros tienen la sensación de que algo va a salir mal, y esa nube negra acecha durante toda la lectura.

Por otra parte, el autor quiere marcar distancias en todo momento con naufragios más famosos como el del Titanic. Está claro que el Titanic hizo historia por ir cargado de pasajeros ricos y ser un transatlántico a todo lujo, lo que contribuyó a forjar su leyenda. En cambio, el Valbanera era un mero buque lleno de emigrantes cuyo caso apenas se conoce hoy en día, pese a que fallecieron 488 personas, y el autor también quiere señalar la injusticia de esto. Y, sin embargo, hay una historia de amor en el Valbanera, en la que los protagonistas se esconden por los recovecos del barco huyendo de un pretendiente que persigue a la chica y odia al chico, que me recordaban continuamente a la pareja formada por Rose y Jack en la famosa película Titanic.

El estilo del autor es directo y sin florituras, pero en la edición me ha despistado muchísimo que los párrafos normales estén separados por una blanca y los diálogos no, por lo que parece continuamente que estamos ante un cambio de escena. No he entendido esta forma de maquetar el texto. He aquí un ejemplo:


Dicho esto, El último viaje del Valbanera es un libro que se lee rápido, apto para todos los públicos y que narra un episodio de nuestra historia que merece ser recordado. Eso sí, hay que emprenderlo con ánimo, porque las historias que narra, como no podía ser de otra manera, son muy tristes.