Un libro más para mi reto de Stephen King, aunque como veis he hecho un poco de trampa porque este es un relato incluido en la recopilación Todo es eventual, pero yo lo he leído de manera independiente gracias a la edición ilustrada que publicó Nórdica el año pasado.
Este es el texto de la contra de la editorial:
Un hombre llamado Steve Davis llega a casa un día y encuentra una carta de su esposa, Diane, que le dice con frialdad que ella lo ha dejado y tiene la intención de divorciarse. La partida de Diane lo impulsa a dejar los cigarrillos y comienza a sufrir abstinencia de nicotina. El abogado de Diane, William Humboldt, llama a Steve con planes de reunirse con los dos para almorzar. Se decide por el café Gotham y fija una fecha.
La desesperación del protagonista por un cigarrillo y por su ex es casi insoportable, pero nada comparado con los horrores que le esperan en el moderno restaurante de Manhattan.
Se trata de un relato muy breve que se lee en apenas una hora y condensa a Stephen King en toda su esencia: esa manera de perfilar a unos personajes memorables, que ya crees conocer en apenas cuatro páginas, una trama que empieza despacio pero atrapa desde el principio y una deriva de los acontecimientos que me recordó a algunas escenas de mi libro favorito de King, La tienda, debido a esa especie de chillidos guturales y el uso de palabras inventadas en medio de un ataque de locura.
Stephen King también es muy bueno a la hora de describir las pesadillas cotidianas a las que algunas personas se enfrentan, como un insoportable dolor de artritis en el caso de La tienda o las ganas de fumar de Steve en este libro, que hacen que antes de dormir cuente marcas de cigarrillos en lugar de ovejitas...
Por otra parte la trama va un poco más allá de lo que parece en la superficie (son un pelín spoiler, advierto). Yo he entendido que el protagonista podría tener una especie de trastorno disociativo, porque la esposa parece enfurecida y aterrorizada a partes iguales ante su presencia y él no tiene ni idea de por qué ella se comporta así. También se alude en una página a la «vena obsesiva» del protagonista. En las últimas páginas él también parece abrazar un poco la locura...
Como veis, en un relato corto (90 páginas en esta edición ilustrada) King consigue entretener al lector (hay fragmentos francamente divertidos, otros horrorizan) y encima nos deja preguntándonos qué había detrás del comportamiento de Steve o de Diane. A mí, desde luego, me encantaría leer más historias protagonizadas por Steve Davis.
Aunque llevaba veinte años fumando entre veinte y cuarenta cigarrillos al día, no recuerdo ninguna súbita decisión de dejarlo, ni vocecillas discrepantes en mi interior, ni siquiera una sugerencia mental de que tal vez dos días después de que tu esposa se marche no es el momento ideal para dejar de fumar.
Os recomiendo mucho esta edición, con la impecable traducción de Íñigo Jáuregui y las ilustraciones de Javier Olivares que tan bien han capturado la esencia del maître y que contribuyen a que te metas por completo en la historia.
De esta colección también leí hace unos meses La cata, de Roald Dahl, otro relato que me pareció buenísimo e iba acompañado de unas ilustraciones ideales, y que aprovecho para recomendaros también.
Por cierto, ahora necesito un vestido verde con motitas negras y una raja en un lado. :D