16 de abril de 2016

We Are All Completely Beside Ourselves

Cuando Rosemary era una niña hablaba por los codos, soltaba frases como una metralleta: era imposible verla callada. Hoy, sin embargo, es una veinteañera universitaria más bien silenciosa, encerrada en su mundo: hay cosas de las que prefiere no hablar ya. Tenía una hermana, Fern, su otra mitad y todo un torbellino de energía, cómplice de todas sus travesuras, que desapareció cuando Rosemary tenía 5 años en circunstancias que desearía poder olvidar. También su hermano, Lowell, desapareció un tiempo después y han pasado diez años desde la última vez que se vieron.

Sin embargo, Rosemary se da cuenta de que no puede seguir adelante sin volver la vista atrás, a aquel momento en que la enviaron unos días a casa de sus abuelos y, de regreso a casa, se encontró con que Fern ya no estaba. Así que empieza a preguntar y, sobre todo, a indagar entre sus propios recuerdos, con lo que Rosemary va conformando una narración divertida, inteligente y llena de trasfondo.

Y esto es todo lo que necesitáis conocer de este libro que os recomiendo encarecidamente. Sobre todo hay que evitar saber más de antemano, pues pasado un tercio del libro se hace una revelación que cambia la percepción que se tiene de la historia (una pista: no es thriller, ni novela policíaca, ni nada por el estilo). Este es un libro sobre el intenso amor y la rivalidad entre hermanos, sobre lo que uno recuerda de su infancia (que no siempre coincide con lo que ocurrió en realidad) y sobre ciertas conversaciones que nunca se tuvieron con los padres y que nunca es tarde para abordar. Y, bueno, en realidad el tema central de la historia es otro, que daría para hablar largo y tendido y que es ciertamente interesante, pero que, como digo, creo que es mejor no desvelar.

¿Estáis vosotros de acuerdo con que a veces es mejor no saber de antemano nada acerca de la trama de un libro? Yo reconozco que es una manía que tengo: intento no tener nada de información (¡ni siquiera me leo el texto de la contra!). Para escoger mis lecturas me guío por recomendaciones que haya leído por ahí y también suelo leerme la primera página para ver qué impresiones me transmite. En este caso la contra no desvela nada de la parte principal de la trama, cosa que sí se hace en la edición en español. ¿No creéis que en este sentido original y traducción deberían ir en la misma línea?

Hablando de la traducción, el libro se publicó en español con el título de Fuera de quicio. Por cierto, ¿no os parece poco acertada la portada en español? Yo creo que ha perdido muchísima garra. Una de las cosas que me atrapó de este libro desde el estante de una charity fue ese amarillo estridente de la portada en conjunción con el negro. Aunque me chiflan los árboles y el dibujo es muy bonito, la novela en español me hace pensar en un deprimente ensayo de psiquiatría o algo así, con esos tonos en verde y gris apagado... ¿Qué opináis?

  

4 comentarios:

  1. Hola Halcombe.

    Opino como tu, es mejor no contar el argumento de ciertos libro (yo procuro como tu no esconderme en lo que cuento) hice una vez una reseña en la que sólo mencionar un suceso hubiese destrozado el argumento y me costó mucho hacerla.

    Hay veces que las traducciones de los títulos o de las portadas son extrañas, pero lo que me parece más grabe es lo de la contra, espero que se quedase el cambio de traducción sólo hay.

    Nos leemos y que pases un buen finde ;)

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    1. A mí me encanta que un libro me vaya sorprendiendo, pero reconozco que es algo muy personal. Lo que sí creo es que la editorial española debería haberle dejado decidir al lector si quería conocer ciertas cosas de antemano o no. En fin, ahora ya está hecho. :)
      ¡Un abrazo y feliz finde!

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  2. El título inglés significa exactamente eso: fuera de quicio. A lo mejor el/la traductora podía haber pensado en alguna otra expresión, pero el significado es éste. En cuanto a la portada: la original sugiere un libro young adult (y limita así el público), mientras la española es un poco más "adulta", creo. En fin, sobre gustos... Besos

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    1. Ya, ya, si con la traducción del título no me meto, solo criticaba el aire tan serio que les ha quedado en español. Me parece en general una portada muy rara: ese "Fuera de quicio" perdido en la parte superior con una tipografía tan seria no casa con lo alocado del título, porque "fuera de quicio" lo dice en la novela como algo más bien positivo (hablando de niños), y en la portada en español parece que hable sobre un adulto con problemas mentales. Pero es verdad que sobre gustos no hay nada escrito. :) ¡Besos!

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