10 de junio de 2018

Adiós a Cinecittà (Julian Comas)

Roma, 2017. Un periodista experto en cine llega a la capital italiana para escribir un reportaje sobre el cierre de la mítica Cinecittà, el lugar donde Fellini y De Sica rodaron algunas de sus obras maestras. Allí conoce a Gino, un anciano que ha trabajado toda su vida en los estudios y que le empieza a contar sus recuerdos del turbulento rodaje de Adiós a las armas.

Roma, 1957. La acción retrocede a los primeros días del rodaje, cuando John Huston deja en la estacada al todopoderoso y tiránico productor David O. Selznick. Mientras el director Charles Vidor viaja desde Nueva York para hacerse cargo de la película, Jennifer Jones ve en el filme la última oportunidad de relanzar su carrera y Rock Hudson vive un apasionado romance con un joven italiano cuando sale del plató.

Mientras tanto, el joven Gino —el mismo que seis décadas más tarde narrará su historia al periodista— se enamora de una de las chicas del departamento de vestuario. Así, el lector vivirá al mismo tiempo las peripecias de las estrellas de Hollywood que se han instalado en Roma para el rodaje y el día a día de los trabajadores de a pie, la verdadera alma de Cinecittà.


Bueno, este es el libro que acabo de terminar y arriba he copiado el resumen que puede leerse en la página de la editorial. Mi opinión la resumo rápido: ¡qué poco me ha gustado! Y eso que la idea era buena: armar una novela en torno al mundo del cine en la Italia de 1950, llevar el glamour de los actores americanos a una ciudad como Roma y propiciar romances entre italianos y americanos, al tiempo que la narración se salpica de anécdotas cinematográficas. ¿Qué mejor premisa para un libro?

Sin embargo, para mi gusto, en la práctica no acaba de funcionar. Julián Comas (pseudónimo que ha escogido el lector profesional de guiones Jordi Solé) introduce muchísimos personajes, demasiados, que hacen que la acción se diluya y sea difícil seguir los vericuetos de la trama. Innumerables anécdotas de cine; tantas, que parecen metidas con calzador, como para que el autor pueda presumir de todo lo que sabe. Montones de frases en italiano, pero algo exagerado, y no todas resultan transparentes (en estos casos siempre me acuerdo de mi madre, a quien no le gusta nada que en los libros pongan frases en otro idioma sin una traducción al pie; le parece muy desconsiderado para con el lector). Que le da saborcillo al libro, sí, pero en mi opinión se ha abusado demasiado de este recurso, hasta el punto de que algunas frases son absurdas: «Eso no ha cambiado: los americani aún seguís podridos de dollari». Las dotes narrativas de este autor tampoco me han gustado mucho, pero claro, acabo de leerme La estrategia del pequinés, una novela negra redonda en todos los sentidos, y en comparación las escenas negras de este libro eran una auténtica caricatura. La historia... bueno, como decía antes, la idea era buena, pero la forma de desarrollarla no me ha gustado y los personajes me han dado un poco igual todos. 

Supongo que es un libro pensado para los verdaderos amantes del cine, pero uno tiene que saber mucho del cine de la década de 1950 (incluidos directores y productores) para que esta historia llegue a calarte. Y, bueno, la historieta de amor de fondo palidece en comparación con los grandes romances de Hollywood, así que ni eso...

En fin, no se puede acertar siempre. Gracias de todas formas a Edición Anticipada por el ejemplar.

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