El artículo «Este año, usaré una amapola por última vez» publicado en The Guardian por Harry Leslie Smith, un veterano de la RAF y antiguo empleado de una fábrica de alfombras en Yorkshire de noventa y un años, se compartió más de ochenta mil veces en Facebook y desató un gran debate sobre la situación de la sociedad actual. En este libro, Harry aporta y amplía su singular perspectiva sobre los recortes del sistema público de salud, la política de subsidios, la corrupción política, la pobreza alimentaria, el costo de la educación y mucho más. Desde la miseria en la ciudad de Barnsley en los años treinta y el terror de la guerra hasta la creación de nuestro estado de bienestar, Harry ha experimentado cómo una gran civilización puede surgir de los escombros. Pero al final de su vida, teme la facilidad con la que estos logros se están erosionando. Mi última batalla es una invectiva moderna y lírica que muestra lo que el pasado nos puede enseñar, y que el futuro está a nuestro alcance.
En este libro de corte autobiográfico y tintes políticos, el británico Harry Leslie Smith, de 91 años cuando lo escribió, afirma: «Aunque no soy historiador, soy historia». Y, como historia viva, Smith traza los paralelismos entre su infancia en Inglaterra durante la Gran Depresión de 1930 y el retorno a aquellos valores previos al estado de bienestar que ve ahora durante la actual época de austeridad. El libro parte de la premisa de que la generación del autor luchó mucho en el periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial para construir un estado del bienestar que apoyara a los más pobres y desfavorecidos de la sociedad: la Seguridad Social, educación gratuita para todos, el derecho a la vivienda y el trabajo. Sin embargo, todo aquello que su generación consiguió se está perdiendo ahora a pasos agigantados a medida que las facciones más radicales de la política se instauran en Europa y las clases más acomodadas imponen la privatización. Y este libro es un puñetazo sobre la mesa, una forma de hacer que los jóvenes de hoy en día despierten y recobren los valores que tanto costó conseguir.
Me ha gustado mucho la manera de narrar que tiene Harry Leslie Smith, así como la impecable traducción de Lucía Barahona para Capitán Swing. En el momento actual, en el que estamos tan cerca de perder la sociedad del bienestar que a las generaciones anteriores les costó tanto esfuerzo conseguir, una lectura como esta es más importante que nunca.
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