20 de noviembre de 2022

Días sin sol (Félix García Hernán)

Después de unas cuantas propuestas a las que no pude unirme, por fin he vuelto a participar en una de las lecturas conjuntas de las compis Yincaneras, y lo he hecho por la puerta grande: con la última novela de Félix García Hernán, Días sin sol. 


Madrid, 2012. César, Eduardo y María no se conocen de nada, pero tienen algo en común: los tres han salido muy maltrechos de la última crisis económica y, cada uno por razones bien distintas, se encuentran entre la espada y la pared. Lo único que les queda es soltar bilis en un foro de Internet donde sus caminos se acaban cruzando. 

Un día, César, que ya no tiene nada que perder, decide citarse con esos dos desconocidos en la vida real  y proponerles un plan. Sin embargo, el ego de César es más fuerte que él y eso hará que el que era un plan aparentemente sin fisuras empiece a hacer aguas por todas partes...

En este caso nos encontramos de nuevo al comisario Javier Gallardo y a los inspectores Fernando Luengo y Raúl Olaya (pero no hace falta haber leído los anteriores libros de este autor para seguir la trama, en absoluto). Javier Gallardo se ha visto relegado a un puesto administrativo como sanción por su forma de resolver un caso anterior, pero finalmente acaba involucrado también en este, primero extraoficialmente y luego con el permiso de sus superiores. Al fin y al cabo, su buen hacer y su fino instinto serán muy necesarios en un momento en que los personajes más corruptos de la sociedad están viendo las barbas del vecino pelar...

El caldo de cultivo de toda esta trama es la crisis económica de 2008 y la corrupción que floreció antes y después: políticos, empresarios, jueces... nadie se libraba, todos querían sacar tajada y utilizaban sus contactos para llenarse los bolsillos y las cuentas bancarias. Y veremos también el otro lado de la moneda, el de los afectados de toda esta corrupción, personas con nombre y apellidos que perdieron todo lo que tenían de la noche a la mañana. Y a quien ya no le queda nada que perder es capaz de jugárselo todo...

Por el camino nos encontraremos crímenes en hoteles de lujo, venganzas, odios viscerales, traiciones, chantajes y varios cambios de escenario, desde Madrid a Marbella, pasando por Gibraltar, Segovia y Barcelona. 

Pastores del mal, la anterior novela de Félix, la disfruté un montón y puedo decir que esta aún ha puesto el listón más alto: los personajes son muy creíbles y se entienden perfectamente sus motivaciones; la trama no decae en ningún momento de sus casi 400 páginas, con momentos vertiginosos y otros más pausados. Además la historia me ha gustado un montón, me ha parecido muy original pese a beber en parte de una novela (y película) muy famosa, que prefiero no desvelar. Me gusta que Félix García Hernán ha construido una novela que parece fácil y que se lee fácil, y ese es su gran mérito, pues seguro que escribirla no lo ha sido en absoluto.

Una novela negra que también tiene su punto de crítica social, en la que incluso nos descubriremos empatizando en algún momento con los culpables y pensando que, al fin y al cabo, a lo mejor las víctimas se lo tenían merecido. Y todo ello nos conduce a un final que me ha parecido redondo. 

De lo mejorcito que podéis encontrar en novelas negras hoy. Os animo a leerla.




Esta reseña participa en la iniciativa «Escenarios de novela negra»:



Nivel “LiteCultureta": Madrid, Capital Europea de la Cultura 1992.

19 de noviembre de 2022

Los días de mercurio (Alexis Ravelo)

En una ciudad de provincias durante la posguerra española, un camarero de pasado oscuro decide chantajear al jefe local de Falange. Lo que no imagina es lo que esa extorsión provocará en un lugar donde todos sospechan de todos y donde la traición y la venganza están a la orden del día. La violencia y la fatalidad se dan la mano en Los días de mercurio, en la que Alexis Ravelo vuelve a mostrarnos lo peor del ser humano en una novela dura, rápida e incómoda que homenajea a autores clásicos del género negro como James M. Cain y Jim Thompson.




Estamos en un pueblo español, del que no tenemos muchos datos (¿cerca de Zaragoza?), en plena posguerra. Pedro se oculta tras un nombre falso y un trabajo de camarero en un bar en el que pasa desapercibido. Vive precariamente en una pensión y deja pasar los días, pues sabe que su estancia allí es solo temporal. Sueña con marchar lejos, fuera de España a ser posible, y empezar una nueva vida. De vez en cuando le asaltan pensamientos con escenas de su pasado en el frente, pero aunque cometió atrocidades apenas tiene remordimientos. 

Su trabajo tras la barra de un bar le permite ser testigo privilegiado de varias escenas entre tres personajes de las que más adelante decide sacar partido: chantajeará a uno de ellos, le sacará los cuartos y con ese dinero saldrá del país. Incluso tiene pensado proponerle a su amante, una joven casada, que huyan juntos.

... habría lo suficiente para conseguir documentación nueva para Pilar y para mí, pagarnos el viaje a Francia o a Italia y cambiar completamente de vida, lejos de este país de mierda, con sus uniformes grises, sus señoras con mantilla y rosario, sus cielos de mercurio en invierno y de fuego en verano.

Sus pocos escrúpulos, su inteligencia y algo de suerte harán que poco a poco vaya encaminando su plan. Si lo consigue o no se desvela ya muy al principio de la trama, pues el libro está narrado en primera persona y Pedro ya nos deja caer dónde está en el momento de contar su historia, aunque no es algo que le reste intriga a la narración.

Conocí a Alexis Ravelo con su magnífica novela La estrategia del pequinés, que por cierto os recomiendo encarecidamente, y cuando salió esta novela en Masa Crítica de Babelio no dudé en solicitarla. Lo cierto es que no es una novedad, pues se publicó en el 2010 en otra editorial, pero ahora Alrevés ha decidido con acierto añadirla a su catálogo. 

Pese a ser una novela breve, Ravelo no necesita más para hacer que sus personajes cobren vida y dibujar tanto su presente como su pasado con unas breves pinceladas. Aunque fue una de sus primeras novelas, ya entonces quedaba patente el estilo rápido y descarnado característico del autor, con abundantes escenas de sexo y violencia. 

Entonces, ¿me ha gustado o no Los días de mercurio? La recomiendo muchísimo si os gustan las novelas negras, porque Ravelo sabe armar sus historias como nadie. El único pero que le pongo es que en esta novela negrísima es muy difícil empatizar con el protagonista. Seguro que tampoco era la intención de su autor, pero es que en más de una escena daban ganas de retorcerle el cuello. Sin embargo, el personaje está magníficamente construido y es un narrador excelente que nos transporta directos a aquellos inciertos días de la posguerra española. En la balanza, pues, prima el sí: me ha gustado esta propuesta de Alexis Ravelo y no dudaría en recomendarla.

Por cierto, en Los días de mercurio hay un pequeño homenaje a aquellas novelas de gánsteres o del Oeste que se vendían por un duro que tan populares fueron hace unas décadas. Termino con una cita del libro que me gustó mucho:

Sobre este escritorio y sobre la mesilla de noche había siempre novelas baratas de misterio, de gánsteres o del Oeste, que un cambista a domicilio me iba renovando cada quince días, con nuevas entregas del comisario Maigret, Perry Mason o los vaqueros de Marcial Lafuente Estefanía. 

Yo las devoraba por las noches, cuando los rostros de los muertos se me aparecían para ahuyentar el sueño y las preguntas se encadenaban unas con otras para tramar una red en la que me quedaba atrapado. Entonces, aquellas noveluchas me ayudaban a no pensar. Si algo echo de menos es precisamente eso: poder comprar cien páginas de olvido por solo un duro.

 

Esta reseña participa en la iniciativa «Escenarios de novela negra»:



Nivel “LiteTrotamundos": Continente: Europa.