Con Lorenzo Silva tuve un encontronazo cuando traté de leer La flaqueza del bolchevique, un libro al que no acabé de encontrarle la gracia. El caso es que llevaba viendo rondar por casa El alquimista impaciente y lo fui dejando de lado pensando que sería un libro del mismo corte. El otro día se me ocurrió leer la contra, vi que era una novela policiaca (bueno, de la Guardia Civil) y me lancé a devorarlo en dos días. ¡Y lo cierto es que está muy bien!
En un motel de carretera aparece el cadáver desnudo, en una incómoda postura, de quien al parecer era un señor normal y corriente: casado, empleado en una cercana central nuclear, sin ningún enemigo aparente y con un carácter bonachón. En el caso se emplean el sargento Bevilacqua y la guardia Chamorro, ambos de la Guardia Civil, quienes van agotando las pistas hasta que se ven abocados a cerrar el caso sin solucionarlo. ¿O quizá tendrán que reabrirlo de nuevo pasado un tiempo…?
Una novela policiaca bien escrita, con giros interesantes de la trama, buenas reflexiones por el camino y un final bastante bien hilado. El sargento Bevilacqua no responde a los estereotipos que uno esperaría de un miembro de la benemérita, pues es licenciado en psicología y su formación hace que en ocasiones se sienta un poco bicho raro entre sus compañeros. En esta novela, además, obtendremos algo de información acerca de las centrales nucleares, que creo que no son muchos los autores que deciden ambientar sus novelas en un escenario tal y puede dar mucha miga. Quienes disfruten con las novelas policiacas tienen en El alquimista impaciente buen material.
Durante la lectura traté de ponerles cara a Bevilacqua y Chamorro sin conseguirlo (¡qué imaginación tan pobre la mía!). Hoy, buscando alguna foto para la reseña, he encontrado una de los dos protagonistas que llevaron esta novela a la gran pantalla, ¡y creo que están muy bien escogidos!
De todas formas, a la novela le pongo un pero (ojo, spoiler): la tensión sexual entre Bevilacqua y Chamorro. Me pareció una idea muy manida y muy cansina, la verdad. Encuentro mucho más interesante, por ejemplo, la relación estrictamente profesional que unía a Fermín Garzón y Petra Delicado en las primeras novelas de de esta inspectora: puro compañerismo con muchos guiños de complicidad y buen entendimiento.
En el mercado hay siete novelas en las que Silva narra las andanzas de Bevilacqua y Chamorro, y la última de ellas, La marca del meridiano, ganó el Premio Planeta en el 2012. ¿Conocíais las aventuras de esta pareja?
La serie esta muy interesante
ResponderEliminarHasta que no leí la novela ni siquiera conocía la serie: me la anoto. Eso sí, me gustaría leer las novelas primero. ¡Manías! Un saludo.
EliminarNo he leído nada del autor pero tiene siempre buenas críticas y fieles seguidores.
ResponderEliminarSaludos.
Después de "La flaqueza del bolchevique" casi me rindo, pero me alegro de haber descubierto a este autor en la serie de Bevilacqua. Escribe bien, para mi gusto. ¡Saludos!
EliminarEl año pasado estuve a punto de comprar La marca del meridiano. Tengo que subir a este autor varios peldaños en mi lista de próximas lecturas porque promete! :) Saludos.
ResponderEliminarYo La marca del meridiano también lo tengo en mi lista de pendientes. ¡Pero hay tanto que leer...! Gracias por pasarte. :) Saludos.
EliminarLo que cuentas parece bueno, pero el tema de la guerra civil no termina de convencerme (que quisquilloso últimamente, sera el calor). Me parece que por ahora lo dejaré pasar.
ResponderEliminarSaludos¡¡
No es la guerra civil, sino la Guardia Civil, jeje, y precisamente eso le da un punto diferente con respecto a otras novelas policiacas. A mí me gustó pero no me dejó impactada, así que si prefieres primar otras novelas te entiendo perfectamente.
Eliminar¡Saludos y gracias por pasarte, Godor!