Supongo que Terry Pratchett es de esos autores tan peculiares que, sencillamente, lo adoras o te vas al otro extremo y no le pillas la gracia. Yo confieso que me gustan mucho las idas de olla de este autor, porque es eso, una ida de olla detrás de otra, si bien este libro destaca porque es también una gran crítica a las religiones.
Como punto de partida encontramos al dios Om, otrora dios todopoderoso que se ve reencarnado, para su desgracia, en una humilde tortuga sin fieles a quien nadie escucha. Y claro, no es una posición fácil en la que encontrarse en el Mundodisco, donde hay dioses para todos los gustos y la competencia es feroz, así que hay que actuar rápido. Om encuentra por fin a alguien que sí puede oírle: Brutha, un novicio sencillo y analfabeto. Alguien que no piense demasiado, pues eso no es precisamente lo que los dioses quieren…
No puedo decir que sea mi libro preferido de Pratchett; de hecho, en ciertos tramos me costó avanzar mucho, pero este libro no quise dejarlo a medias. No es el más divertido de Pratchett y no tiene muchos elementos en común con otros libros del Mundodisco, pero sí que es un buen libro, que cuestiona las religiones desde la primera página y plantea la pregunta de si los hombres necesitan dioses y si los dioses son solo tan poderosos como sus creyentes quieren.
He oído hablar mucho de este autor, pero no he leído nada de el, tengo que enmendar este fallo en cuanto pueda. He visto por las portadas y las reseñas que es un autor muy peculiar, me encantará descubrirlo.
ResponderEliminarFeliz semana¡¡
A este sí que te lo recomiendo encarecidamente. Tiene la capacidad de crear un mundo de fantasía tremendamente particular y el resultado final es una gran ida de olla. Ya me contarás qué te parece. :)
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