A los dieciséis años, Miguel Hurtado se apuntó al grupo de scouts de Monserrat por recomendación de una amiga de su madre. Miguel, que acababa de empezar a aceptar su homosexualidad y que lidiaba, día a día, con los eslabones oxidados de una familia disfuncional, se apoyó en esos momentos tan delicados en el germà Andreu, el monje de sesenta años que había fundado el grupo scout, un hombre querido y respetado por la comunidad. Creyéndose a salvo en Monserrat, Miguel confesó al germà su identidad sexual y este, bajo el pretexto de «ayudarle a curarse», abusó sexualmente de él.
Este libro relata la historia real de Hurtado, de su familia y de su camino para sobrevivir como víctima de abusos sexuales en una sociedad en la que la Iglesia católica todavía tiene un poder desmesurado. Y lo que es más importante: nos cuenta cómo, de adulto, Miguel se ha convertido en uno de los activistas más relevantes en la lucha contra los abusos en la Iglesia católica, en alguien que mantiene la esperanza de una sociedad que destierre para siempre ese «manual de silencio» que, desde siempre, ha servido para encubrir a los pederastas.
A diferencia de algún que otro libro que he leído sobre el tema de los abusos sexuales, para mí este destaca porque el autor disecciona el cúmulo de sentimientos a los que se enfrenta a raíz del abuso y explica, uno a uno, los motivos por los que después, a lo largo de su vida, él se comporta como lo hace. Incluso varias décadas después, es probable que sus reacciones vengan motivadas por lo que ocurrió en su infancia. Por ejemplo, habían pasado veinte años desde los abusos cuando el autor se dio cuenta de que todos estos comportamientos suyos estaban motivados por los abusos:
alteraciones en la percepción de uno mismo (vergüenza, culpa, impotencia, estigma), alteraciones en la relación con otros (desconfianza, aislamiento), alteraciones en la percepción del agresor (aceptación del sistema de creencias del agresor, atribuirle más poder del que tiene), alteraciones en el sistema de creencias (desesperanza, pérdida de la fe), alteraciones en la regulación emocional (sexualidad compulsiva, irritabilidad, explosiones de ira) y alteraciones del estado de conciencia (revivir continuamente la experiencia mediante pensamientos obsesivos).
Desde mi punto de vista, en el libro hay dos narrativas principales: en una el autor nos cuenta su biografía desde que era pequeño hasta la actualidad para que comprendamos en qué punto se encontraba antes de los abusos y la huella que estos dejaron en su persona. Además, Miguel Hurtado estudió Medicina y se hizo psiquiatra, y la verdad es que se percibe, pues a lo largo del libro analiza por qué en cada episodio de su vida se comportó como lo hizo. Estas partes se alternan con otras de estilo más periodístico, en las que narra los casos más sangrantes de abuso en el seno de la Iglesia, los pasos que dio él para enfrentarse a una institución que cierra filas para proteger a sus curas, y cómo su historia le llevó a hacerse activista para que los casos de pederastia no prescriban. Y también apunta lo que fue más doloroso para él en esta frase extraída de una entrevista a Libertad digital:
Lo más doloroso, en mi caso, no fueron los abusos sino el encubrimiento. Cuando abusan de ti, abusa una persona, te traiciona una persona; pero cuando hay un encubrimiento, te está traicionando una institución y una comunidad. Mi agresor era un depredador sexual que debería haber entrado en prisión. Sin embargo, murió siendo un religioso de pleno derecho.
Así, lo que Miguel pretende con este libro no es denunciar su caso particular (que también), sino llamar la atención sobre lo que es un problema endémico de la Iglesia: la existencia de curas pederastas entre sus filas y el encubrimiento sistemático del problema, hecho que el autor respalda con abundantes cifras.
En mi opinión, el libro transmite muy bien el devenir de una persona que ha sufrido abusos sexuales (es decir, cómo un hecho así afecta no solo al resto de tu vida, sino que impacta también en el núcleo familiar y el círculo de amigos y laboral de la persona) y cuál es el pasado y el panorama actual en relación con los abusos en la Iglesia. Como libro confieso que en muchos pasajes se me ha hecho cuesta arriba: en ocasiones me parecía estar leyendo un informe psiquiátrico. Otras veces era como leer un artículo de El País Semanal, con cifras, fechas y datos sobre los casos más clamorosos del abuso sexual por parte de curas. No sé, no he logrado conectar del todo con la voz del narrador, a veces me daba la impresión de que este libro es un currículum interminable. De todas formas aplaudo su valentía, porque Miguel Hurtado no duda en exponer las partes más «oscuras» de su carácter para que se entienda cuánto le han afectado los abusos en todos los aspectos de su vida, y eso seguro que no fue nada fácil.
Sobre todo, creo que este libro puede resultar interesante para víctimas de abuso sexual y sus familiares y amigos: seguro que más de un pasaje les arroja luz sobre algún determinado comportamiento que no llegan a entender del todo. En ese sentido el análisis es concienzudo y muy esclarecedor.
Espero que la lucha de Miguel Hurtado por que los abusos sexuales cometidos por curas no prescriban llegue a dar sus frutos. Un tema que nos concierne a todos.
Gracias a Babelio – Masa Crítica y a Planeta por el ejemplar.
No te imaginas lo bien que me viene esta reseña. Tengo el libro en casa porque siempre me ha llamado mucho la atención esta temática. La editorial me propuso entrevistar al autor por teléfono, ya que vive en París, si no recuerdo mal pero con todo el lío que se han montado, andamos todos muy descolocados. Creo que voy a esperar a que todo se calme un poco y espero que sea pronto. En cuanto al libro, aprovecharé el tiempo de aislamiento para leerlo. Por cierto, que yo tu blog no lo conocía, y me gusta su contenido, así que me quedo por aquí. Desconozco si conoces mi espacio. Si te apetece pasar, te dejo el enlace www.lecturapolis.com Un beso y muchos ánimos para estos tiempos. #quédateencasa
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte, ahora mismo visito tu blog! Esta es una lectura larga y detallada que seguro que te entretiene unos cuantos días (justo lo que necesitamos en estos momentos). Creo que es un libro del que se puede aprender mucho, es muy racional, muy de explicar los motivos que hay tras cada comportamiento (no es tan visceral como el de James Rhodes, por ejemplo). Estaré atenta a tu reseña. Besotes y ánimos.
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