Por eso me tentó esta propuesta que hizo Babelio desde su última edición de Masa Crítica: adentrarme en el mundo de los tiburones de la mano de un submarinista experimentado, Karlos Simón, uno de los mayores especialistas del mundo en bucear con tiburones en todos los mares del mundo. El hilo conductor lo ha creado el novelista Alfonso Mateo-Sagasta, que de forma hábil nos narra la biografía de Karlos, desde su infancia y su primer interés en los deportes a cómo descubrió el buceo y llegó a convertirse en instructor PADI. Pronto se sintió cautivado por los tiburones y se propuso saber más de esas criaturas de tan mala fama. Hoy en día, tras más de 9000 inmersiones en mares y océanos de los cinco continentes, Karlos ha acumulado cientos de experiencias que Mateo-Sagasta nos desgrana en este libro.
La narración se hace muy amena (se nota el oficio de Mateo-Sagasta) y se nos cuenta de todo, desde las diferentes especies de tiburones y su distinto comportamiento hasta anécdotas del día a día de Karlos Simón, como la vez en que contrató a un instructor de submarinismo muy experimentado que resultó ser un delincuente que le robó todo el material de su negocio, o la vez en que quiso experimentar la «borrachera de las profundidades» (la narcosis nitrogenada) y casi no vive para contarlo.
Como se puede imaginar, hay innumerables especies de tiburones y cada una tiene sus particularidades, así que con este libro aprenderemos cómo hay que comportarse en una inmersión con cada especie, cómo darles de comer, cómo detectar que un ejemplar se ha puesto nervioso y qué no hay que hacer en ningún caso en situaciones de peligro, y todo ello cuajado de ejemplos extraídos de las propias experiencias del autor (suyas o de clientes a los que guio en inmersiones).
Una cosa que me ha gustado muchísimo de este libro es que no solo se centra en la vida de Karlos Simón y de sus aventuras como buzo, sino que va combinando la narración con fragmentos de la cultura popular y citas a libros y películas que tratan el tema de los tiburones (para tratar de desmitificar su mala fama). Así, Veinte mil leguas de viaje submarino, Moby Dick o Tiburón desfilan entre sus páginas (muchas veces, se incluyen imágenes de las mismas portadas de los libros que recuerdo haber visto de pequeña), contribuyendo a crear un libro más completo, más redondo.
La edición es cuidadísima, un tomo en tapa dura con sobrecubierta, papel grueso e impresionantes fotos con el azul del mar de protagonista. Un libro perfecto para quien, como yo, guste de leer relatos en primera persona que le transporten a tierras lejanas, para los amantes de los océanos y de los tiburones, o para los aficionados al submarinismo. Un libro perfecto para evadirse ahora en verano y soñar entre sus páginas, e ideal para regalar por su cuidada edición.
Por cierto, si os ha picado la curiosidad, en este enlace de la editorial se pueden leer las primeras páginas, para que veáis que la edición es tan bonita como os cuento. :)
Gracias a Masa Crítica de Babelio y a Reino de Cordelia por el ejemplar.
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