18 de abril de 2023

La lógica de la luz (Cristina Cassar Scalia)

Hace justo un año hicimos una lectura conjunta con Laky y Duomo Ediciones del primer libro de Cristina Cassar Scalia, Arena negra, que nos transportaba a Sicilia de la mano de Vanina Garrasi y los casos con los que se encuentra como subcomisaria de la Policía Judicial de Catania. 

Hoy traigo, en una nueva lectura conjunta, el siguiente caso de la serie, que Duomo acaba de traducir: La lógica de la luz.


Son las cuatro y media de la mañana. El doctor Manfredi Monterreale y el periodista Sante Tammaro están practicando la pesca al candil desde una barca muy cerca de la costa (justo lo que ilustra la preciosa cubierta de Davide Abbati). Así ese par de amigos se convierten en testigos privilegiados de un posible homicidio: un hombre arrastra con dificultad una pesada maleta hasta las rocas, la tira y sale pitando junto a un cómplice.

Al día siguiente una llamada anónima a la comisaría alerta a Vanina Garrasi de una desaparición y posible crimen. Vanina relaciona un hecho con el otro, concluye que las casualidades no existen y que quizá la persona dentro de la maleta era la joven desaparecida, Lorenza Iannino. 

Así se pone en marcha la investigación. Tirando con paciencia del hilo, Vanina y su equipo descubren la doble vida de Lorenza Iannino, una abogada intachable que había alquilado un chalé a espaldas de su círculo más cercano y donde organizaba fiestas desenfrenadas con alcohol y drogas. Y fue en una de estas fiestas donde desaparece. La trama avanza y todo parece apuntar a una persona turbia de su entorno laboral. De hecho, ahí hacen un paralelismo con la pesca al candil que me ha gustado y que, por cierto, da pistas de por qué el libro se llama así:

—Mire, Tammaro, es como si este homicidio hubiese encendido un foco justo encima de [un sospechoso] y, poco a poco, nos estuviese permitiendo descubrir otras muchas cosas. Lentamente, una a una, todos los días salen a la luz cosas nuevas. [...]

—Como con el candil. Ya saben, esa luz potente que se monta en la barca y que sirve para atraer a los peces. [...] La pesca al candil tiene su propia lógica. Hay que encender la luz, guardar silencio y estarse lo más quieto posible mientras se van preparando las redes. Tarde o temprano, hasta los peces mejor escondidos suben a la superficie. Y, una vez allí, ya no pueden escapar.

Vanina pensó que era la imagen perfecta para describir el caso.

Debo decir que ya al inicio de la historia empecé a olerme por dónde iban a ir los tiros y no fallé, pero la autora se guarda unos cuantos ases bajo la manga y en el último tercio del libro nos plantea un par de giros de guion que no me he visto venir para nada y me han parecido muy bien traídos. Y es que, a pesar de que el equipo de Vanina avanza implacable recogiendo pruebas y siguiendo pistas, a la subcomisaria las piezas no acaban de cuadrarle, y su veterano olfato policíaco no la abandona hasta llegar a los giros del mismísimo final del libro.

Por el camino, acompañamos a Vanina en un paseo gastronómico por Sicilia (la subinspectora no siempre tiene tiempo para comer, pero ay, cuando lo encuentra...) y la narración está salpicada de referencias al cine clásico italiano. Me he descubierto buscando en Google más de un actor o actriz clásicos con los que la autora comparaba a sus personajes para hacerme una idea de su aspecto físico.

Y por último, sigo opinando que me gusta el personaje de Vanina Garrasi, con sus demonios del pasado (la muerte de su padre, un amor al que no sabe si cerrarle la puerta definitivamente o abrirla de par en par), sus cafés con bollos de crema y sus noches sosegadas en el huerto de los cítricos de su casa, sentada en una silla de hierro, envuelta en una manta y cigarro en mano, con la vista fijada en el Etna.

Cogió un último cigarrillo y se lo fumó en paz con la mirada fija en la «muntagna», que le hacía compañía expulsando un hilillo de humo.

Todas mis impresiones han sido positivas, pero una pega sí que le voy a poner a este libro (algo que también pasaba en el anterior): la cantidad de personajes que hay, todos con nombres italianos que me costaba distinguir. Además al personaje te lo presentan una vez y ya, luego tienes que confiar en la memoria (o en el papel, porque os aseguro que al final he optado por irme anotando quién es quién en un folio, jejeje). Lo bueno es que al equipo policial más cercano a Vanina ya lo vamos conociendo del libro anterior y todos acaban resultando entrañables; están muy bien caracterizados y sus andanzas se leen con gusto. En definitiva, es una lectura en la que, por el montón de personajes, la abundancia de datos y los giros de guion, hay que estar bien atento. Pero el resultado es una novela policíaca con tintes clásicos y sabor italiano que no decepciona.

La traducción es de Montse Triviño (creo que el original tiene mucho de dialecto siciliano y no creo que haya sido fácil de traducir, pero suena todo muy idiomático en español) y el libro se acaba de publicar hace unas pocas semanas. Buenos fichajes para el Día del Libro, que ya está casi ahí...



6 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Me llevo apuntado los libros, no los conocía y a la autora tampoco.
    Parecen muy interesantes y las portadas son super monas :)
    Yo ya me he topado con un par de libros de estos que para acordarte de los personajes tienes que volver para atrás o apuntarte en algún lado los nombres, así que lo tendré en cuenta desde el principio jajaj

    Un saludo!

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    1. ¡Sí, las portadas son preciosas! Creo que va a quedar una colección bien chula. Y la historia no se queda atrás. Eso sí, déjate papel y lápiz cerca para ir anotando personajes, jejejeje.
      Besos.

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  2. Me llevé apuntado el anterior y me voy a tener qeu apuntar también éste. Pero a ver cuándo les hago hueco, que se me acumulan los pendientes.
    Besotes!!!

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    1. ¡Cómo te entiendo! Pero, en el marco de los libros policíacos actuales, estas son propuestas muy interesantes, así que te animo a que les eches un vistazo.
      Besotes.

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  3. Lo hemos pasado muy bien con ella, y lo de los nombres ha sido generalizado, qué locura. Por lo demás genial, buena ambientación y buenos personajes, por no hablar de una trama muy original. Besos

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    1. Jejeje, lo de los nombres nos ha traído a todos de cabeza. Pero la novela está muy conseguida. Besos.

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