Con Barcelona de fondo, y la literatura y los cómics como escenario, Muerte por funky es una divertida y trepidante novela negra que retrata la movida musical de Barcelona durante la década del 2000.
El protagonista, Joaquín Balboa AKA Eutanasio, es un sicario atípico que sólo mata a aquellos suicidas que contratan sus servicios. Vestido siempre como un Blues Brother, ex-músico profesional y desde hace más de un lustro manager con pedigrí es además el representante de los Funktastic Four, una banda con la que sueña retirarse.
Actitud funk, acción, pasajes de humor y antihéroes amorales capaces de casi cualquier cosa para conseguir su triunfo personal son los ingredientes principales de Muerte por funky. Prometedora ópera prima de Jordi Casals i Merchán, profesor de literatura y músico.
¿Os ha pasado alguna vez que habéis escogido un libro únicamente por el título y la portada? ¿Sin saber absolutamente nada más de él...? Bueno, pues eso me pasó a mí con Muerte por funky. No sé ni dónde lo vi, porque creo que ha tenido muy poca difusión, pero me dije que un libro con semejante título y semejante portada tenía que ser mío. Me imaginaba leyendo absorta una buena novela negra, con un carismático detective protagonista vestido a lo Blues Brothers y encadenando alocadas aventuras en una ciudad española a ritmo de funk.
Ay, lamentablemente mis expectativas no se vieron colmadas del todo. Y eso que este libro tenía todos los ingredientes para gustarme: una historia original, bastante interesante, bien traída y para nada predecible, humor negro, personajes bien perfilados, y todo hilado al ritmo de música funk y jazz. Y sin embargo, no he conectado con la historia, sobre todo por el protagonista, que no tenía ese carisma canalla que hace que, pese a que es un rematado gilipollas, te caiga bien (este se queda en gilipollas y punto, y conste que esto se lo dicen también otros personajes en el libro, jeje). Los chistes son malísimos, pero el autor parece encantado de escucharse y mete un montón de pensamientos de barra de bar que seguro que ha contado a sus amigos tomando cañas un domingo por la mañana. Y por último, un tema básico para mí: la puntuación me ha sacado de quicio. Por ejemplo, el autor se pasa por el forro constantemente la coma del vocativo y eso hacía que me fuera difícil centrarme en la historia en sí. Sinceramente digo que este libro mejoraría mucho con una nueva corrección.
¿Queréis una buena novela negra, ambientada en Barcelona, con un detective carismático pero muy venido a menos y muy de los bajos fondos? Os recomiendo a Atila, de Luis Gutiérrez Marluenda (en tres libros: Mala hostia, Un buen lugar para reposar y Ruido de cañerías). Si es que... ¡quién me mandaba a mí arriesgar!
No lo conocía. Y por lo que cuentas, lo dejo pasar, que no me llama la atención.
ResponderEliminarBesotes!!!
Puede interesar a quien quiera leer un libro ambientado en el panorama musical de Barcelona de hace una década (cuando Manu Chao era protagonista, jeje, eso sí que me hizo gracia). ¡Besos!
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