13 de julio de 2012

I Capture the Castle (cita)

       I thought if I made myself write I should find out what is wrong with me, but I haven't, so far. Unless – Could I possibly be jealous of Rose?
       I will pause and search my innermost soul…
       I have searched it for a solid five minutes. And I swear I am not jealous of Rose; more than that, I should hate to change places with her. Naturally, this is mainly because I shouldn't like to marry Simon. But suppose I were in love with him, as Rose is? That's too hard to imagine. Then suppose it were Neil – because since he went away I have wondered if I am not just a little bit in love with him. All right, I'm in love with Neil and I'm marrying him and he is the rich one. A thousand pounds is being spent on my trousseau with furs and jewellery coming later. I am to have a wonderful wedding with everyone saying: "What a brilliant match that quiet little girl has made." We are going to live at Scoatney Hall with everything we can possibly want and, presumably, lots of the handsomest children. It's going to be "happy ever after," just like the fairy tales –
       And I still wouldn't like it. Oh, I'd love the clothes and the wedding. I am not so sure I should like the facts of life, but I have got over the bitter disappointment I felt when I first heard about them, and one obviously has to try them sooner or later. What I'd really hate would be the settled feeling, with nothing but happiness to look forward to. Of course no life is perfectly happy – Rose's children will probably get ill, the servants may be difficult, perhaps dear Mrs. Cotton will prove to be the teeniest fly in the ointment. (I should like to know what fly was originally in what ointment.) There are hundreds of worries and even sorrows that may come along, but – I think what I really mean is that Rose won't be wanting things to happen. She will want things to stay just as they are. She will never have the fun of hoping something wonderful and exciting may be just round the corner.
       I dare say I am being very silly but there it is! I DO NOT ENVY ROSE. When I imagine changing places with her I get the feeling I do on finishing a novel with a brick-wall happy ending – I mean the kind of ending when you never think any more about the characters…


Dodie Smith, I Capture the Castle

El arte de no amargarse la vida

En este libro, el psicólogo Rafael Santandreu pretende dar al lector claves para combatir el llamado neuroticismo, es decir, «el arte de amargarse la vida mediante la tortura mental», como dice él mismo. Así, la idea es vivir una vida plena y aprovechar todo nuestro potencial, y para ello necesitamos ser fuertes a nivel emocional, algo que por supuesto se puede aprender y que es precisamente a lo que Santandreu se dedica desde su consulta de Barcelona.

Así, con una forma de escribir muy amena y ayudándose de ejemplos reales extraídos de su consulta, el autor nos da las pistas para conseguir la felicidad: no estar tan nerviosos, buscar el sosiego interior, disfrutar de las pequeñas cosas, no perder la capacidad de amar y vencer los miedos y la necesititis, palabra que creo que ha inventado él mismo y que consiste en confundir deseos con necesidades. Y cita como necesidades el éxito profesional, un matrimonio que funcione, una casa cómoda, que tus hijos sean buenos estudiantes…

Y ojo, la clave no está en huir de las emociones negativas y montarse en la cabeza un mundo de color de rosa. No: es inevitable sentir emociones negativas; la clave está en no sentir emociones negativas exageradas, pues el objetivo es no dejarse arrastrar por la pena, el dolor o la irritación que uno pueda sentir en un momento determinado.

Esta lectura la recomiendo a todo el mundo, pues incluso quienes crean que no tienen problemas encontrarán más de un punto interesante sobre el que reflexionar. Además, el libro está muy bien editado y se lee rapidísimo. Es una de esas lecturas a la que seguro que vuelvo de vez en cuando.

9 de julio de 2012

Bajo la misma estrella



Hazel y Augustus son dos adolescentes de Indianápolis a los que ha unido el haber nacido, como reza el título, bajo la misma estrella: los dos tienen cáncer. Augustus superó un osteosarcoma que le dejó sin una pierna, y Hazel vive atada a una bombona de oxígeno: su cáncer está en fase terminal, pero los médicos le están administrando un medicamento que ha frenado (temporalmente) el crecimiento de los tumores. Los dos han aprendido a tratar a la enfermedad de tú a tú y saben que deben aprovechar el día a día porque ese que viven puede ser el último. Con ese pensamiento en la cabeza emprenden un viaje a Europa para conseguir hablar con el autor de un libro que quita el sueño a Hazel y viven esos días como si no hubiera mañana (pues, efectivamente, puede no haberlo), mientras analizan los conceptos de salud y enfermedad, de vida y muerte, y del legado que uno deja cuando ya no está.

No nos engañemos: se trata de un libro sobre adolescentes con cáncer. Lo digo de buenas a primeras porque sé que a muchas personas este punto de partida ya les echará atrás. Dicho esto, a mí el libro sí me ha gustado. Lo devoré en dos días porque enseguida me sentí cómoda entre los personajes y me enganchó su historia. No se me hizo lenta ni aburrida en ningún momento, aunque algunos diálogos me parecieron algo grandilocuentes (también es cierto que a muchos adolescentes les encanta hablar así). El libro pretende romper con los mitos que rodean al cáncer y presenta los hechos sin paños calientes que eviten herir la sensibilidad del lector, pero al mismo tiempo aporta grandes dosis de humor negro que le restan algo de carga negativa a la historia.

La traducción es de Noemí Sobregués y me parece que ha conseguido un tono muy acertado: el lenguaje de los protagonistas no se hace artificial en ningún momento (ni siquiera las expresiones malsonantes y los tacos, que a veces es lo que más cuesta traducir).

Lo que me ha gustado de Bajo la misma estrella es que no trata sobre la aceptación de la muerte –Hazel ya ha superado ese punto al inicio de la novela– sino de la aceptación de la vida. De cómo la vida muchas veces no es justa: simplemente es. Bajo la misma estrella no es una lectura depresiva, pero tampoco es una novela optimista con un final edulcorado. Es sencillamente un verídico relato acerca del amor, de las pérdidas y del día a día de una adolescente con cáncer.

Gracias a Bloguzz y a Nube de Tinta.

1 de julio de 2012

I Miss Mummy

Hace unos meses escribía aquí en el blog que, en un libro, no busco meramente que me entretenga: lo que de verdad me llega es acompañar a los personajes en su historia, sufrir con ellos, emocionarme, reír con sus aventuras y llorar a moco tendido con sus desgracias. Y hoy estoy contenta porque he dedicado la tarde entera a uno de estos libros, I Miss Mummy, que narra una de las vivencias reales de Cathy Glass como madre de acogida. Efectivamente, me he enganchado de tal manera a este libro que no he podido soltarlo y he estado leyendo unas cuatro horas hasta que me lo he pulido. ¡Cuánto me gustan las tardes como esta!

Cathy Glass es una escritora británica que ha cosechado un gran éxito narrando sus vivencias como madre de acogida, profesión que desempeña desde hace 25 años. Publicó su primer libro en el año 2007, y desde entonces ha sacado 12 títulos más al mercado y ha vendido cerca de un millón y medio de copias en todo el mundo. De hecho, no es extraño ver los libros de Cathy Glass en los estantes de los más vendidos aquí en el Reino Unido.

En I Miss Mummy, Glass nos narra la historia de Alice, una dulce niña de 4 años que no puede seguir viviendo con sus abuelos maternos porque los servicios sociales consideran que son demasiado mayores para cuidar de ella. La madre de Alice está desequilibrada y toma drogas, por lo que tampoco puede atenderla, así que mientras está en el programa de acogida los servicios sociales exploran la posibilidad de que la custodia se otorgue a su padre biológico, a quien apenas conoce pero que parece mostrar un repentino interés en ella. Pese a que todo apunta a que es un hombre violento y que trafica con drogas, los servicios sociales parecen inclinados a darle la custodia de Alice, mientras que la niña solo piensa en volver a reunirse con su madre y sus abuelos y no entiende por qué no puede vivir con ellos. ¿Podría ser que uno de los cuatro trabajadores sociales que ha tenido Alice en tres meses no hubiera estudiado atentamente el caso? ¿Qué ocurriría en la vida de esta niña si se produce un error en la justicia, como parece ser el caso aquí?

Los libros de Cathy Glass son directos y narrados casi a modo de diario, por lo que el lector se verá transportado al día a día de estos vulnerables niños que necesitan de los servicios sociales británicos y de los padres de acogida. Me gusta mucho la forma que tiene la autora de narrar los hechos, con muchos detalles acerca del día a día o de por qué actúa como lo hace (no en vano sus libros se utilizan para formar a otros padres de acogida), y escribe de una forma tan sincera y afectuosa que es inevitable engancharse a la historia de esos niños y devorar sus libros (a menudo de una sentada, como me ha pasado hoy).

También tengo que decir que he llorado durante media tarde, porque tengo una hija casi de la misma edad que la protagonista y no podía evitar pensar en lo que sentiría si un día le dicen que no puede ver más a sus padres o a sus abuelos. Por otra parte me venía todo el rato a la cabeza el hecho de que lo que narran los libros de Cathy Glass es solo la punta del iceberg, pues hay muchísimos niños que están viviendo situaciones de desamparo, abuso o maltratos. Al menos, los libros de esta autora han contribuido a que muchas personas se animen a convertirse en padres de acogida aquí en el Reino Unido. Lástima que no se hayan traducido al español; a ver si alguna editorial se anima.

Por cierto, repito lo que ya escribí en la reseña de Damaged: las historias de Cathy Glass están basadas en hechos reales y en su página web se puede leer acerca de la evolución de los niños una vez termina el periodo de acogida (que es cuando se acaba el libro a su vez). Es genial que, una vez terminado el libro, se pueda consultar cómo siguió la evolución de los niños protagonistas.


Título: I Miss Mummy | Autora: Cathy Glass (seudónimo)
Fecha inicio: 18.06.2012 | Fecha fin: 30.06.2012