27 de julio de 2017

El vigilante (Peter Terrin)

Al lector apenas se le da información a la que agarrarse en esta novela. Dos vigilantes montan guardia en un sótano desde hace dos años. Son metódicos, fríos y cumplen a rajatabla su trabajo. Protegen a los habitantes de un edificio de apartamentos de lujo en medio de una ciudad que parece desierta: una amenaza desconocida, tal vez un gas tóxico o un virus, la ha arrasado. Un día, todos los inquilinos empiezan a abandonar el edificio en dirección a las lujosas villas rurales, pero, si las cuentas no les fallan a los vigilantes, aún queda en el edificio el último inquilino. Así pues, los vigilantes prosiguen con sus interminables rondas, tratando de acumular puntos ante sus jefes y conseguir así una promoción para pasar a formar parte de la élite, los mejores vigilantes, los que trabajan en las apacibles villas rurales. Sin embargo, en un mundo en el que no tienen noticias del exterior, la desconfianza y la paranoia empiezan a anidar en la cabeza de uno de ellos. ¿Cómo terminarán las cosas para este par de vigilantes? Cuando no saben si la situación en el exterior está peor que nunca o si son sus superiores quienes les están poniendo a prueba, es difícil mantener la cabeza fría.

Esta me ha parecido una novela muy curiosa. La mayor parte de la trama se produce en un sótano y casi no aparecen más personajes que los dos vigilantes; aun así, el autor tiene mucho mérito porque logra mantener el suspense psicológico durante toda la lectura. Y es que, aunque la trama no tiene un ritmo trepidante, los temas que trata sí que resultan tremendamente inquietantes: el sometimiento incuestionado a un superior, la paranoia que provoca la soledad, la crueldad humana, las consecuencias de la desinformación, el comportamiento ante una situación límite... Si se busca algo distinto, El vigilante desde luego puede ser una lectura recomendable, y tanto su brevedad como sus cortos y afilados capítulos son ideales para una lectura en verano, aunque tiene un final de esos totalmente abiertos que deja perplejo al lector, preguntándose si habrá entendido bien lo que ocurre.

Por último, decir que he disfrutado mucho de la traducción de María Rosich. Este es el primer libro que leo de la editorial Rayo Verde y me he llevado una buenísima impresión por lo cuidada que está esta novela a todos los niveles.



23 de julio de 2017

Insomnia (Stephen King)

Unos meses después de que fallezca su mujer, a Ralph Roberts, un septuagenario de Derry (Maine) le sobreviene un episodio de insomnio. Empieza despertándose cada vez más pronto. Y más. Hasta que hay días que ya no pega ojo a partir de las dos de la mañana. Pero eso no es lo peor. Al poco empieza a ver auras, un mundo en tecnicolor que se activa de vez en cuando y que le permite ver a todas las personas que le rodean envueltas en determinados colores según su estado de ánimo y de salud. Poco después, además de auras ve a unos inquietantes médicos calvos y bajitos con unas enormes tijeras en la mano, que siempre parecen rondar la zona en la que se produce una muerte. Ralph no sabe qué es lo que está pasando... solo sabe que necesita dormir. Una noche entera. Del tirón. Pero no puede.

In a real dark night of the soul it is always three o'clock in the morning, day after day.

F. Scott Fitzgerald

In daylight he was still able to scoff at the notion but he was discovering certain dismal truths about F. Scott Fitzgerald's dark night of the soul, and the grand-prize winner was this: at 4:15 a.m., anything seems possible. Anything.

Stephen King

Cuando descubrí este libro de Stephen King, me sorprendió porque no me sonaba en absoluto, pero en seguida me pareció una buena idea leer lo que fuera que King tenía que decir sobre el tema del insomnio. Seguro que conseguía sacarle punta al tema... Al fin y al cabo, estoy de acuerdo con las dos citas de arriba: esos momentos de insomnio que asaltan a veces a las tres de la mañana son bastante angustiosos, pues hasta los pensamientos más descabellados parecen tener visos de realidad. A mí me ha pasado en noches aisladas, así que no quiero pensar lo que es vivir eso en etapas prolongadas, una noche tras otra.

Lo bueno de King es que sus libros se pueden desgranar en múltiples capas, trata multitud de temas y todos ellos dan que pensar. En Insomnia, las subtramas son el aborto, el maltrato a la mujer, lo difícil que es llegar a la tercera edad, el mito griego de las tres moiras... King construye unos personajes tan buenos y creíbles que no me importó acompañarlos a lo largo de esta historia enrevesada de 650 páginas, pero debo reconocer que la historia no me ha convencido del todo. Este libro suyo es una tremenda ida de olla. Y cuando parece que no puede liarse más, King se inventa otra ida de olla mayor aún.

Así pues, no es el libro de King que más me ha impresionado, aunque parece ser que, para entenderlo bien, debería haber leído las novelas de La torre oscura. No lo parece, pero este libro está muy ligado a ellas, tanto por las ideas que se nombran como por algunos de los personajes. Supongo que por eso me he perdido buena parte de la enjundia y el libro me ha dejado más bien fría. Es lo que tiene King: algunos libros suyos me entusiasman, y otros hacen que no me vuelva a acercar a su obra en años (como me pasó de adolescente, tras leer Tommyknockers y Maleficio, dos novelas más bien reguleras).

Yo solo lo recomendaría a los fans más acérrimos de Stephen King (por lo que he leído, estos opinan que es un libro muy, muy bueno). A los demás... quizá les recomendaría que se busquen algo más ligero. De todas formas, el protagonista Ralph Roberts me ha encantado, y también las reflexiones del libro acerca de hacerse mayor, de ver que los amigos a tu alrededor van desapareciendo o se llenan de achaques, y de repente te ves en primera fila, esperando a que te llegue el momento de irte para siempre. Menudo vértigo. Para pensar.

Getting old is certainly no job for sissies, is it?