31 de julio de 2022

Los sueños asequibles de Josefina Jarama (Manuel Guedán)

«¡Qué pocas veces he tenido la razón!».

Desde muy pequeña, Josefina Jarama sueña con una vida mejor y sabe que para llegar hasta ella solo hay una vía, cruda y pragmática: el ascenso social. Este Lazarillo moderno comienza su andadura en una fábrica de juguetes en Ibi, Alicante. Allí es la protegida del jefe y además trabaja junto a su madre, una comunista militante que opera en la clandestinidad y que deberá huir para que no la encarcelen. La protagonista ha de elegir entonces entre su madre o sus sueños en la fábrica, y elige.

Con Josefina y su peripecia, el lector recorre varias décadas de nuestra historia reciente, diversos puntos calientes del «milagro español» y, sobre todo, varias vidas. Animosa, descacharrante y única, Josefina hace realidad un sueño que no se ha propuesto: llegar al corazón. 




En esta sátira que gira en torno al liberalismo y al ascenso social conocemos a Josefina Jarama desde bien jovencita, cuando ya tiene claro que quiere ser alguien en esta vida y para ello tiene que medrar (socialmente, se entiende). Eso hará que deje los estudios y se ponga a trabajar; a lo largo de la novela seguiremos a Josefina por los diferentes trabajos que desempeña en pos del ansiado ascenso (y de su sueño, que es visitar las Torres Gemelas).

Lo más particular de la novela es la voz narradora, la de nuestra protagonista, que nos va contando sus peripecias en una especie de larguísimo monólogo, con una mezcla entre inocencia y cinismo, donde nos confiesa cándidamente lo pelota y trepa que es, y que está dispuesta a cualquier cosa para medrar en el escalafón. La novela se articula en cuatro capítulos, cada uno dedicado a una etapa de la vida de Josefina: el primero se centra en la industria juguetera en el Ibi de la década de los setenta, cuando la empresa Santos Juguetes, donde trabaja su madre, decide fabricar una muñeca que haga la competencia a la Nancy de Famosa. Para ello crean a una muñeca que podría ser la vecina de Nancy, la muñeca humilde que todos podemos tener, y le ponen la cara de Josefina. Así nace Fina, vecina y nuestra protagonista ya cree rozar la gloria con los dedos...

Tanto este primer capítulo como el siguiente, dedicado (atención) a la Ruta del Bakalao, donde Josefina sigue intentando labrarse una carrera laboral de la manera más particular, me parecieron muy divertidos y un repaso excelente a esas dos parcelas de nuestra historia. Luego seguiremos a Fina por el desarrollo bancario de los ochenta y el boom de las pizzas a domicilio de principios de los noventa. Sin embargo, es a partir de ese tercer capítulo, el de los bancos, cuando para mi gusto el libro flojea un poco y debo decir que mi interés decayó en picado, aunque el último capítulo vuelve a remontar. 

Lo mejor del libro, la particular voz narradora de Josefina Jarama, todo un personaje, y el repaso que hace Guedán por la historia de España de los setenta y los ochenta con fina ironía y sentido del humor. Lo peor, que el ritmo decae muchísimo en la mitad del libro, y esos capítulos tan largos con parrafadas inmensas tampoco dan mucha tregua al lector.

En definitiva, una reseña un poco tibia para un libro que tiene momentos muy buenos y momentos reguleros, siempre según mi opinión, claro. De lo que estoy segura es de que Los sueños asequibles de Josefina Jarama es un libro diferente, y ya solo por eso merecería la pena darle una oportunidad, ¿no? 

Aunque nunca había firmado nada oficial, había ensayado mi firma centenares de veces, primero solo el nombre, luego solo el apellido, tal vez las iniciales, para concluir que la única de aquellas puertas con posibilidades de dar a la gloria era «Josefina Jarama», para servirle a usted y al que lo pague. Porque no nos engañemos, y aunque mi alma a veces naufrague en un mar de dudas, esto casi siempre lo he tenido claro: para llegar a lo más alto, para alcanzar la cumbre de toda buena fortuna y no ser flor de un día, antes de mandar hay que obedecer, y mucho.

 


28 de julio de 2022

El conde de Montecristo (Alejandro Dumas)

A los 19 años, Edmond Dantès tiene una vida prometedora por delante: joven noble y sereno, gracias a su buen hacer acaba de ser ascendido a capitán del barco en el que trabaja y va a casarse con Mercedes, la hermosa mujer de la que está enamorado. Sin embargo, la envidia hace que aquellos que en teoría eran sus amigos lo denuncien por bonapartista mediante un anónimo, delito que en aquella época conllevaba la prisión o la muerte. Edmond es detenido el mismo día de su boda y dará con sus huesos en la prisión del castillo de If. Allí, el Edmond que un día fue un joven inocente y confiado se convierte en un hombre movido por el deseo de venganza. Así, planea su fuga de la prisión y el modo de vengarse de quienes lo enviaron a ella, aunque para ello deban pasar años.



Qué contar acerca de este clásico del que ya está todo dicho... No es de extrañar que se publicara por entregas, porque admitámoslo, el libro es largo de narices, y da muchas vueltas hasta llegar adonde quiere llegar, pero es de esos libros que te absorben por completo, de los que crean un elenco de personajes infinito que de verdad requiere sus casi 1300 páginas para que todos cuenten lo que tienen que contar. Y no es solo una de las historias sobre venganza más monumentales que se han escrito: hay amor, lealtad, traición, planes madurados durante años, duelos al amanecer, cárceles mohosas, misteriosas confesiones en el lecho de muerte, cuevas del tesoro, bandoleros italianos, venenos... Hay un momento en el que te preguntas: «¿De verdad tiene que contar esto tan al detalle?», pero cuando lo terminas te das cuenta de que sí, todas las páginas eran necesarias (aunque seguramente un editor hoy en día lo dejaría fácilmente en 300 menos). Además, durante toda la novela el lector tiene esa sensación de anticipación, de saber que las mil vueltas de la trama van en una única dirección: fraguar lentamente una venganza que sabemos que se acabará produciendo. 

Es verdad que en algunas ocasiones no me gustaban los derroteros que tomaba la trama, como cuando Dantès se creía poco menos que Dios llevando a cabo sus designios de venganza o la vertiente amorosa del final, con la que no he comulgado en absoluto. Por el contrario, hay personajes que creo que en general pasan muy desapercibidos y son todo un puntazo, como cierta dama que se niega a casarse con quien su padre ha elegido para ella y decide fugarse con una amiga (¿amiga y amante? En cualquier caso, bastante revolucionario para una novela del siglo XIX). Por otra parte, hay un personaje con quien creo que el libro ha sido un poco injusto, un personaje femenino en concreto. Durante toda la lectura me pregunté con mucha curiosidad si esa mujer quedaría redimida o sería castigada (seguro que ya sabéis de quién hablo), y me sorprendió el final que Dumas eligió para ella.

Puede leerse como una novela de aventuras, porque lo es y mucho, pero yo destaco la maestría de Dumas para perfilar los personajes, en concreto nuestro protagonista, que empieza el libro como un muchacho cargado de ilusión con toda la vida por delante, luego cae en una sima de desesperación hasta el punto de ansiar la muerte, después ve un resquicio de esperanza y ansía vivir de nuevo... para convertirse años después en un ser casi vampírico, movido por el deseo de venganza al que poco importa su propio destino, pero que en ningún momento deja de evolucionar y crecer y acaba abrazando la vida... Un personaje muy complejo y uno de los protagonistas más increíbles. Y Dumas desarrolla la trama como un maestro, plantando la historia ante nuestros ojos casi como si fuera una película. Y, por cierto, no creáis que este libro tarda en arrancar: quedaréis absortos por la historia ya desde las primeras páginas, pues el comienzo es trepidante.

En definitiva, lo único que puedo decir es que este es uno de esos clásicos que una se alegra de haber leído. Una de esas novelas monumentales que se guardan mucho tiempo en la memoria.

Puedo recomendar encarecidamente la edición que yo leí, que es la de Anaya, traducida por Pollux Hernúñez y José Mª G. Holguera, e ilustrada por Enrique Flores, en una edición un poco desvencijada que saqué de la biblioteca. El texto es impecable y se lee solo.


 Esta reseña participa en la iniciativa «Escenarios de novela negra»:



Nivel “LiteMochilero": París (Francia).


Con este libro participo además en el Bingo de libros pendientes 2022 en la categoría:

1. El gordo: libro con muchas páginas.

Aunque el ejemplar que me he leído ha sido el de la biblioteca, este libro lo tenía pendiente desde que una amiga me dijo en nuestra adolescencia que era su novela favorita. Me picó la curiosidad. En la estantería lo tengo desde el 2003-2004, cuando compré una colección de El País de novelas de aventuras en la que salía este, solo que no lo tenía a mano porque está en casa de mis padres. Pero vamos, unos 20 años después, digo yo que ya era hora de saldar cuentas con este libro. :)

21 de julio de 2022

Cuando Ellie se fue (Lisa Jewell)

 

De haber podido ella desovillar el tiempo y volver a hacer una bola con él, habría visto los nudos en el hilo, las señales de advertencia. Más tarde todo le resultó obvio. Pero entonces, cuando no sabía nada de nada, no lo vio venir y se precipitó en sus brazos con los ojos bien abiertos.


Ellie, la hija de Laurel, su niña perfecta, desapareció hace diez años. Diez años de incertidumbres, de no saber qué ocurrió aquel día a las puertas de que Ellie hiciera la selectividad, de que le dijeran que su hija no fue secuestrada o asesinada, sino que probablemente se escapó por voluntad propia. Laurel lleva diez años en vilo; nunca volvió a ser la misma y llegó a alejarse incluso de su familia: se separó de su marido y sus otros dos hijos la ven poco menos que como una extraña.

Sin embargo, en poco tiempo ocurren dos cosas: unos hallazgos que le permiten cerrar por fin una puerta, y un encuentro casual en una cafetería con un hombre irresistible que hará que vuelva a abrir su corazón. Laurel no puede creerse que su vida poco a poco esté volviendo a ponerse en marcha. Y sin embargo, en poco tiempo empieza a ver pequeños detalles demasiado raros a su alrededor, detalles que la retrotraen al pasado. Está cada vez más alerta, pero no sabe exactamente qué sospechar ni de quién…



Cuando Ellie se fue, de Lisa Jewell, la última novedad de Duomo, encaja en el género thriller, y sin embargo no sigue a rajatabla los estereotipos del género. El lector no asistirá a una investigación policial, puesto que ya han pasado diez años de la desaparición de Ellie: poco a poco descubrimos lo que ocurrió gracias a lo que nos va contando Laurel, su madre, que apenas ha levantado cabeza desde entonces. También hay flashbacks cortitos en los que oiremos la voz de Ellie y será ella misma quien nos cuente una parte de la historia. Por eso digo que esta novela no sigue los patrones habituales de un thriller: no hay una trepidante investigación ni un aguerrido policía protagonista, sino que se centra más en los lazos familiares, en la tragedia de perder a un ser querido y en cómo cada uno de los miembros restantes de la familia lidia con ello. Me ha gustado mucho cómo describe la autora los sentimientos de Laurel ante la desaparición de su hija perfecta, su niña favorita, y también el punto de vista de Ellie (unos fragmentos que me llegaron muy adentro; admito que acabé más de una frase con los ojos arrasados de lágrimas).

Otra cosa que lo aleja del thriller es que no es de esas novelas en las que las últimas 200 páginas te hacen sufrir de mala manera, con giros melodramáticos o persecuciones inacabables en las que la vida de la protagonista peligra mil veces. El ritmo no decae en ningún momento, hay un personaje al que llegas a odiar con todas tus fuerzas y dan ganas de retorcerle el cuello, me daba muchísima curiosidad cómo encajaría otro cierto personaje en toda la trama… pero no es la típica lectura de giros y más giros de trama. Sin embargo, se las arregló para tenerme pegada a sus páginas porque hay piezas del puzzle que no acaban de cuadrar y acaba convirtiéndose en una lectura adictiva hasta tratar de encajarlas todas.

En definitiva, una novela que me ha encantado: parte de uno de esos temas habituales en este tipo de libros (la desaparición de un niño o adolescente), pero el desarrollo me ha parecido diferente del habitual. Es cierto que ha habido partes de la trama que pude adivinar muy pronto, pero mi interés no decayó y seguí devorando páginas hasta el final. También me ha gustado mucho que trata un tema al que yo doy vueltas a menudo: ¿qué habría ocurrido si aquel día no hubiera ido a tal sitio? ¿Si no hubiera conocido a tal persona? ¿Si mi madre me hubiera dicho que no a tal propuesta? ¿Si ese día hubiera tomado otra decisión? Mi vida habría transcurrido tan diferente a como es hoy… Y descubriremos que eso es justo lo que atormentó a Ellie...

Gracias a Laky por organizar la lectura conjunta y a Duomo por el ejemplar.


Esta reseña participa en la iniciativa «Escenarios de novela negra»:



Nivel "LiteViajero Casual" (3): Londres (Reino Unido).