25 de julio de 2019

El misterioso caso de Styles (Agatha Christie)

Seguro que muchos de vosotros tenéis entre vuestros recuerdos la lectura de los libros de Agatha Christie en aquellas antiguas ediciones de Molino. Yo me pasaba ratos y ratos leyendo y recuerdo ir a una librería tan vieja que más bien parecía una tienda de antigüedades, con estanterías desde el techo hasta el suelo y atendido por dos señoras mayores, hermanas, altas y delgadas como juncos, muy arrugaditas, cuya sola presencia añadía encanto a aquel lugar. Lástima que cerraron la librería hace muchos años (allá por 1990, así que yo tendría 12 o 13 años, imaginaos...), pero si inventaran los viajes en el tiempo creo que ese sería uno de los primeros lugares que visitaría.

En verano suelo reencontrarme con los libros de Agatha Christie porque vuelvo a la casa de mi infancia y los veo en mis estanterías, y sin embargo hace muchísimo tiempo que no leo uno (de hecho, calculo que al menos diez años, porque no tengo ninguno reseñado en el blog). Este año coincidió que vi un reto en el blog de las Inquilinas de Netherfield, en el que se han propuesto leer todos los libros de esta autora en orden cronológico. Y como llevaba tiempo rumiándolo, ¡he decidido unirme al reto! He creado una pestaña ahí arriba para ir registrando mis avances y os cuento que ya me he leído el primer libro de la lista, escrito hace más de cien años pero al que apenas se le nota el paso del tiempo.

El misterioso caso de Styles se sitúa en una casa de campo de Essex, donde vive una anciana millonaria, la señora Inglethorp. Lo que en un principio parece un ataque al corazón resulta ser un envenenamiento por estricnina, y de repente todos los habitantes de la casa parecen tener motivos para asesinar a la anciana. En la casa casualmente se alojaba Hastings, que se encuentra en el pueblo con su viejo amigo Hércules Poirot, a quien se pide que investigue el caso. Y así se nos presenta la primera novela con Hércules Poirot y su fiel Hastings como protagonistas.

La verdad es que, para ser su primera novela, la he encontrado muy bien planteada y muy bien resuelta, con un montón de pistas falsas que te hacen sospechar de todo el mundo. Incluso reproduce los típicos mapas de habitaciones y fragmentos escritos a mano que contribuyen a presentar un misterio más completo. Para mi gusto el final se ha alargado un poco, con vueltas y más vueltas que llevaban a sospechar de unos y de otros, pero en general mi impresión es que es un libro al más puro estilo Christie que puede gustar a todo el mundo.

Este libro lo saqué de la biblioteca de la ciudad en la que viví de pequeña. Tuvieron que ir a buscarlo a los depósitos porque ya han retirado todos los libros de Agatha Christie de los estantes principales. La bibliotecaria me dijo que ocupaban mucho espacio (al fin y al cabo, es fácil que tuvieran cuarenta ejemplares diferentes) y que la gente ya no los pedía porque ahora lo que se lleva es la novela negra más actual. Me dio una pena... De hecho, en la foto he querido incluir la tarjeta antigua de préstamos en la que puede verse que el libro se sacó una vez cada dos o tres años... ¿No es triste ver que un clasicazo como este no ha vivido una trayectoria más popular?

Por cierto, la bibliotecaria incluso se disculpó porque el libro tenía las hojas más bien amarillentas, pero le dije que al contrario, eso no hacía sino añadirle encanto. Es cierto que hoy en día se están reeditando los libros de la Christie y seguro que se pulen muchos de los errorcillos que contienen las versiones de Molino, pero yo de momento me resisto a leer ninguna otra edición.

¡Ah! Os dejo un par de pequeñas curiosidades sobre este libro: Christie y su primer marido, Archie, llamaron Styles a su primera casa en recuerdo de este libro, que lanzaría su carrera literaria. Y cuando la editorial Penguin Books lanzó su primera colección de diez libros en 1935, este fue uno de ellos.

En fin, que doy por inaugurado el reto de Agatha Christie. Lo cojo con muchas ganas, ¡pero a saber cuándo seré capaz de terminarlo!

19 de julio de 2019

Lectura conjunta "Me quedo aquí" (Duomo)

Laky de Libros que hay que leer y Albanta de Adivina quién lee han organizado una lectura conjunta junto con la editorial Duomo, y como el libro tiene una pinta buenísima y parece que ahora en verano hay más tiempo, me apunto y a ver si hay suerte.

Si os animáis, tenéis más información en cada uno de los blogs. ¡Suerte!


Tratando de tiburones (Karlos Simón, Alfonso Mateo-Sagasta)

Me encantan los libros que me transportan. Y no me refiero solo a los que están catalogados como libros de viaje, sino a los que cuentan vivencias reales en tierras lejanas. Sí, confieso que soy mucho de viajar desde el sofá.

Por eso me tentó esta propuesta que hizo Babelio desde su última edición de Masa Crítica: adentrarme en el mundo de los tiburones de la mano de un submarinista experimentado, Karlos Simón, uno de los mayores especialistas del mundo en bucear con tiburones en todos los mares del mundo. El hilo conductor lo ha creado el novelista Alfonso Mateo-Sagasta, que de forma hábil nos narra la biografía de Karlos, desde su infancia y su primer interés en los deportes a cómo descubrió el buceo y llegó a convertirse en instructor PADI. Pronto se sintió cautivado por los tiburones y se propuso saber más de esas criaturas de tan mala fama. Hoy en día, tras más de 9000 inmersiones en mares y océanos de los cinco continentes, Karlos ha acumulado cientos de experiencias que Mateo-Sagasta nos desgrana en este libro.

La narración se hace muy amena (se nota el oficio de Mateo-Sagasta) y se nos cuenta de todo, desde las diferentes especies de tiburones y su distinto comportamiento hasta anécdotas del día a día de Karlos Simón, como la vez en que contrató a un instructor de submarinismo muy experimentado que resultó ser un delincuente que le robó todo el material de su negocio, o la vez en que quiso experimentar la «borrachera de las profundidades» (la narcosis nitrogenada) y casi no vive para contarlo.

Como se puede imaginar, hay innumerables especies de tiburones y cada una tiene sus particularidades, así que con este libro aprenderemos cómo hay que comportarse en una inmersión con cada especie, cómo darles de comer, cómo detectar que un ejemplar se ha puesto nervioso y qué no hay que hacer en ningún caso en situaciones de peligro, y todo ello cuajado de ejemplos extraídos de las propias experiencias del autor (suyas o de clientes a los que guio en inmersiones).

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Una cosa que me ha gustado muchísimo de este libro es que no solo se centra en la vida de Karlos Simón y de sus aventuras como buzo, sino que va combinando la narración con fragmentos de la cultura popular y citas a libros y películas que tratan el tema de los tiburones (para tratar de desmitificar su mala fama). Así, Veinte mil leguas de viaje submarino, Moby Dick o Tiburón desfilan entre sus páginas (muchas veces, se incluyen imágenes de las mismas portadas de los libros que recuerdo haber visto de pequeña), contribuyendo a crear un libro más completo, más redondo. 

La edición es cuidadísima, un tomo en tapa dura con sobrecubierta, papel grueso e impresionantes fotos con el azul del mar de protagonista. Un libro perfecto para quien, como yo, guste de leer relatos en primera persona que le transporten a tierras lejanas, para los amantes de los océanos y de los tiburones, o para los aficionados al submarinismo. Un libro perfecto para evadirse ahora en verano y soñar entre sus páginas, e ideal para regalar por su cuidada edición.

Por cierto, si os ha picado la curiosidad, en este enlace de la editorial se pueden leer las primeras páginas, para que veáis que la edición es tan bonita como os cuento. :)

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Gracias a Masa Crítica de Babelio y a Reino de Cordelia por el ejemplar.