17 de diciembre de 2013

Tu hijo, tu espejo

Este mes de diciembre está siendo muy ajetreado —como todos los años—, así que he avanzado poco en mis lecturas y no he podido entrar mucho en el blog. Por eso esta entrada va a ser muy escueta, solamente para recoger el último libro que me terminé y que forma parte de esas lecturas que intento colar de vez en cuando acerca de la relación entre padres e hijos. Por mucho que lea a este respecto, siempre me parece que es poco…

El texto que copio a continuación es el de la contra del libro, que básicamente trata de explicar las dinámicas ocultas en las relaciones entre padres e hijos. Se lee muy rápido y se resume en una frase: nuestros hijos necesitan amor incondicional.

Los padres proyectamos en nuestros hijos nuestras expectativas de vida, nuestras frustraciones, nuestros problemas sin resolver de la infancia o adolescencia, nuestros «si hubiera» y nuestras necesidades insatisfechas, esperando inconscientemente que ellos se conviertan en una extensión de nosotros mismos y que cierren esos asuntos inconclusos.

Conocer la «parte oculta» de nuestra relación, comprender por qué ese hijo, específicamente ese, nos saca tan fácilmente de nuestras casillas, por qué lo presionamos con tal insistencia para que haga o deje de hacer, nos abre la puerta a la posibilidad de un cambio profundo en nuestra relación con él. 

Darnos cuenta de esto contribuye a transformar los sentimientos de rechazo, rencor y su consecuente culpa, que pueden resultar devastadores, facilitando el paso al único sentimiento que sana, une y transforma: el amor.

2 comentarios:

  1. La contra es muy interesante y aporta mucho a las relaciones personales, pero este no es de mi estilo.

    Feliz navidad.

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    1. Sabía que no sería muy popular, pero he subido reseña igualmente porque tengo la manía de hacer constar aquí todo lo que leo. :-)

      ¡Feliz Navidad y a empezar el año con buen pie!

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