Traigo una nueva lectura conjunta que han convocado el blog de Laky y un nuevo sello editorial, Newton Compton Editores: gracias a ambos por organizarlo. El libro, La mujer del serial killer, acaba de salir al mercado, así que si os llama la atención está ya disponible en las librerías y a un precio fantástico para un libro en tapa dura: algo más de 12 euros.
Beth y Tom tienen el matrimonio perfecto: él trabaja en Londres, pero viven en un pueblecito y Beth regenta una cafetería donde también se pinta cerámica. Tiene una hija de 4 años, Poppy, y ambos sienten que no pueden desear nada más. Incluso mantienen la pasión como el primer día... Sin embargo, para Beth todo ese mundo perfecto se viene abajo cuando detienen a Tom por la desaparición y presunto asesinato, hace años, de una exnovia. Pero no puede ser, ¿no? Tom es el marido perfecto, el padre ideal; un mazazo semejante no cuadra con la vida que tienen organizada...
Tom está detenido en comisaría y de momento no va a volver a casa, así que Beth tiene que lidiar con su día a día sola: intentar que Poppy no se dé cuenta de nada, justificarle la ausencia de su padre como puede, hacer frente a la oleada de periodistas que tiene en la puerta y aguantar las miradas curiosas de las otras madres en la puerta del colegio. Y no solo miradas curiosas, también hay alguna de odio, pues muchos se preguntan cómo es posible que ella, la mujer del presunto asesino, no se diera cuenta de nada...
Así las cosas, Beth trata de seguir adelante como puede y se apoya en uno de los padres del colegio, Adam, quien está pasando también un duelo porque perdió a su mujer un año atrás de un shock anafiláctico. Sin embargo, lejos de declarar a Tom inocente las pruebas se empiezan a acumular contra él y aparecen más posibles víctimas. ¿Es todo un tremendo malentendido o es Beth la mujer de un serial killer?
Alice Hunter nos plantea en este libro si de verdad conocemos a quienes nos rodean, introduciendo de paso todos los ingredientes habituales en un domestic noir: unas vidas aparentemente perfectas que transcurren en el ámbito doméstico, vidas de repente quebradas por el descubrimiento de un crimen, todo aliñado con dosis de suspense en capítulos breves que hacen que el libro se devore en pocas tardes.
Lo bueno de este libro es que da justo eso que promete: una lectura rápida y adictiva con continuas sorpresas y un giro inesperado en el desenlace final. Lo menos bueno es que es una fórmula que han usado muchos antes y, en ese sentido, La mujer del serial killer no innova demasiado. Es más, ya lo lees sospechando de todo el mundo porque sabes que el giro llegará tarde o temprano. Y ojo, no es que piense que no se puede repetir esa fórmula... solo que quizá hay otros libros que lo hacen con más acierto (como El instinto, de Ashley Audrain).
En este caso admito que me ha costado empatizar con Beth y la trama se entretiene demasiado en Poppy, la guardería, la cafetería, sus preocupaciones por los cambios que se le vienen encima... y quizá me hubiera gustado saber más de Tom y también de las víctimas, en las que no se ahonda mucho.
Y otro tema que no puedo dejar de mencionar es el texto. Me ha parecido que a la traducción le habrían ido bien una o dos rondas más de corrección. No solo por las erratas, que las hay, sino porque la traducción tiene giros raros que convendría haber pulido:
Tan buen punto he cruzado la entrada de Moore & Wells empiezo a analizar... (Un calco del catalán).
Me tranquiliza saber que todavía quiere que seamos amigos. Por el momento, en cualquier caso. (Se me ocurren mil formas de decir esto de manera más natural y se repite en el texto de manera constante).
Frunce los labios y sus labios se achican al cruzarse con los míos. (Sospecho que los segundos labios son ojos).
... y que tuviste suerte de no ser una otra víctima suya... (O errata o calco del catalán...).
Hay más ejemplos pero tampoco quiero hacer sangre. Es solo un pequeño tirón de orejas para que los editores cuiden más la calidad de sus textos, porque está clarísimo que la traducción cambia por completo la experiencia lectora.
Dicho todo esto, ¿recomiendo este libro? Sí, porque como decía antes cumple su función de entretener y enganchar. Con este tipo de novelas, siempre que leo tengo en mente a mi madre y pienso si esa novela le gustaría, y en este caso no tengo dudas de que se lo recomendaré (solo que ya me podrían haber traducido ese «serial killer» del título o los «latte», que la pobre no sabrá lo que son).
Además todas las participantes en la lectura conjunta hemos estado enganchadísimas, así que no tengáis muy en cuenta esta reseña que quizá me ha quedado más gruñona de lo habitual. Si os gusta este género, La mujer del serial killer es un libro que os absorberá durante días.
Podria darle una oportunidad.
ResponderEliminarGracias por compartirla, saludosbuhos!!!!
¡Gracias a ti por pasarte, un beso!
EliminarEs verdad que esta fórmula está bastante vista pero, oye, funciona. A mí la sorpresa final me dejó noqueada jejeje
ResponderEliminarGracias por participar en la lectura conjunta
Besos
Sí, algo tienen estos libros que al final nos enganchan de mala manera, jejeje.
EliminarGracias a ti por organizarla. :)
Besotes.