«Run run se fue pal norte,
Yo me quedé en el sur,
Al medio hay un abismo
Sin música ni luz»
Violeta Parra
Un pueblo de la costa del norte de Chile. Trevor es un veterano policía inmerso en la monotonía del día a día, en una pequeña comisaría que depara pocas sorpresas.
El trabajo era liviano y las posibilidades de ascender se esfumaban un poco cada día. De vez en cuando algún robo, algún joven que abandonaba la casa de los padres, algún muerto por riñas de borrachos, algún que otro ahogado, sobre todo durante los fines de semana, y solo una vez hubo un asunto que condenó a dos tipos por incitación a la prostitución. Nada que demandara mucho esfuerzo, más allá de cumplir con los trámites de rigor.
Un día recibe una llamada. Han oído un grito en una casa del barrio, la casa azul. Cuando Trevor llega, ve a una mujer muerta en un charco de sangre. Pero la investigación no lleva a nada y a las pocas semanas la cierran. A él lo licencian poco después y cambia por completo de profesión: ahora es proveedor de productos del mar de calidad para restaurantes y hoteles. Años después, una señora le contrata para que busque nuevas pistas sobre el asesinato de aquella mujer que encontró muerta en la casa azul.
La fallecida era Iris Kempe, una activista que investigaba sobre el uso ilegal del agua y el conflicto entre las compañías mineras y las comunidades agrícolas del valle. Sin embargo, no solo trabajaba en esa línea. Su padre fue un inspector de policía que desapareció décadas atrás en extrañas circunstancias. Dijeron que se había fugado con una joven, pero su hija sabe que aquello no cuadra con lo que sabía de su padre y trata de desentrañar lo que ocurrió. Parece que la desaparición del inspector estaba relacionada con la muerte de la joven Gladys Spencer, sucedida durante la dictadura militar en los años ochenta, y todos aquellos que estuvieron implicados en el asunto parecen ir cayendo como moscas...
La narración se sucede en capítulos cortos alternando tres líneas temporales y varios narradores. El lector se encuentra con una especie de puzzle en el que tendrá que ir uniendo piezas a medida que avanza la lectura, con constantes cambios de trama y saltos en el tiempo, y me ha gustado cuando de vez en cuando se encendía la bombilla en mi cabeza y ataba un par de cabos. Me ha parecido un buen libro para conocer un poco el Chile de hoy, un país marcado por aquellos abusos durante la dictadura por parte de una élite poderosa y arrogante, donde el miedo y las amenazas hacían que más de un delito quedara impune, donde lo importante era olvidar y seguir adelante. Una lectura para los amantes de los libros policíacos, narrada con agilidad y oficio; Juan Ignacio Colil hila la trama de tal manera que no puedes bajar la guardia, pues las pistas no se desgranan de manera facilona. Un libro que me ha gustado y os recomiendo.
La trama, por cierto, está inspirada en un hecho real: el asesinato de la joven Gloria Stokle en la década de los ochenta, una noche en que asistió a una fiesta de unos milicos (militares). El propio autor cuenta que el caso quedó sin resolver, pero, curiosamente, mientras escribía la novela (calculo en 2011) la justicia chilena condenó por fin a los culpables después de treinta años. Copio este pequeño fragmento de su página de la Wikipedia, donde explica por qué el caso Stockle fue tan relevante:
Es un caso paradigmático en la justicia chilena, por el abuso de poder que significó la implicación de personal del ejército en un contexto de dictadura militar, con la subsecuente extorsión a los testigos y abogados bajo atentados y amenazas de muerte, y la obstaculización a la investigación que se produjo, cualidades que provocaron que el caso se extendiera durante 27 años.
Hola, me gusta encontrarme con autores poco conocidos, sobretodo en español, que siempre acabo recurriendo a los mismos. Me lo llevo apuntado. Un abrazo.
ResponderEliminarCoincido contigo, siempre es bueno descubrir nuevas caras y nuevos estilos. Un abrazo.
EliminarPUes no me sonaba de nada. Tomo buena nota, que pinta bien.
ResponderEliminarBesotes!!
Te lo recomiendo; una buena forma de conocer el pasado reciente de Chile, tan espeluznante.
Eliminar¡Besos!
No lo conocía, eso es lo bueno de esta Yincana que algunas casillas son buenas para conocer libros poco conocidos, este me interesa por la temática, muy interesante.
ResponderEliminarPues sí, la Yincana es perfecta para conocer libros que de otro modo nunca hubiéramos descubierto. A mí el tema de este libro me ha enganchado.
EliminarBesotes.
Gracias por tu reseña, ahora mismo no me animo con novela negra, pero me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Sí, hay épocas para todo, ¿verdad? Yo últimamente leo bastante menos novela negra que antes, aunque colé esta para un par de retos.
Eliminar¡Feliz domingo!
Buenos días otra vez, Rosa:
ResponderEliminarEste año me será imposible, pero en futuras ocasiones me gustaría apuntarme a la Yincana Criminal. Mientras tanto me dedicaré a leer vuestras reseñas.
Con respecto a libro que nos presentas, parece muy interesante, máxime por estar basado en hechos reales.
Un saludo y enhorabuena por la reseña!!
Sí, cuando uno piensa que la historia está basada en hechos reales es inevitable estremecerse...
EliminarTe animo a apuntarte, acabamos de empezar el reto "Escenarios de novela negra" y se puede ir completando por niveles, lo que lo hace más fácil. :)
¡Un abrazo y gracias por pasarte!
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es la primera vez que veo este libro. La temática, desde luego, me llama la atención, así que leyendo tus impresiones, ¡Espero leerlo en mis vacaciones.!
¡Gracias por el descubrimiento!
¡Un saludo!
Me alegro de que te haya gustado, a mí también me ha parecido todo un descubrimiento.
Eliminar¡Besos!
Hola! No reconozco al autor de nada pero el libro tiene buena pinta, mil gracias por la reseña!
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte, ¡besos!
EliminarHola!!
ResponderEliminarMuchas gracias por la recomendación y la reseña.
Le seguiré la pista.
Besotes ;)
Me alegro de que te haya gustado.
Eliminar¡Besos, Maria!
Me gustan las obras basadas en hechos reales, son un acercamiento, en este caso con mucha crudeza, a lo que ocurre en determinados lugares. Y más me gusta que recomiendes obras buenas y poco conocidas.
ResponderEliminarBesos
A mí también me gustan los libros basados en hechos reales; muchas veces se rescatan casos que no deberían caer en el olvido, como este. Te lo recomiendo mucho.
EliminarBesos.